Altair había crecido y ahora era un apuesto joven de 16 años, al contrario de cómo se había pensando, ese pequeño niño era una persona sumamente noble e inteligente.
Aunque en ese momento tenía un dilema, no sabía cómo declarársele a la chica que le gustaba y le daba mucha vergüenza contárselo a sus padres.
En ese momento mientras el chico estaba divagando en sus pensamientos, entro Juliette a la cocina y al ver a su hijo tan distraído, le soplo en la oreja para asustarlo.
Altair dio un brinco — ¡Mama! Joder, de diste un susto de muerte — exclamó mientras se tocaba el corazón.
— No seas dramático, eres muy joven para eso, a todo esto ¿qué haces a estas horas en casa? — le preguntó su madre toda confundida
— Err... nada — Juliette alzó una ceja — Bueno, me suspendieron tres días.
— Me puedes explicar, ¿por qué te han suspendido?
El chico enrojeció — Mamá... es vergonzoso.
Viendo que era algo importante, ella se sentó en la mesa de la cocina — Altair, te han suspendido tres días, creo que solo por eso me debes una explicación o ¿prefieres que le llame a tu padre? Seguro le hace mucha gracia.
Él se puso pálido, si su papá se llegaba a enterar podia darse por muerto... él era bastante estricto con la escuela.
Rendido, suspiro — Me lié a golpes con Terrance y con Jacob... más bien Enzo y yo nos peleamos con ellos.
Juliette abrió al máximo sus ojos, su suegra iba a matarla — Y ¿También los suspendieron a ellos?
El chico hizo una mueca de desagrado — Solo a Enzo y a mi.
— Bueno y ¿Cuál ha sido el motivo del pleito? — se aventuró a preguntar.
— Sophia — Dijo el chico en un suspiro, haciendo que su madre suspirara cansada.
— Altair... creo que deberías decirle a esa niña tus sentimientos.
Él negó rápidamente, con sus mejillas completamente coloradas.
— ¡Por supuesto que no mamá! Y... ¿Cómo sabes que me gusta Sophia?
En respuesta, ella solo río — Cariño, eres muy obvio.
— ¿De verdad? — le preguntó cabizbajo.
— Bueno, digamos que te comportas igual que tu padre cuando alguien me pedía una cita.
— ¿Se liaba a golpes con todos?
— No exactamente pero de alguna manera los ahuyentaba, aunque claro él contaba con mucha ayuda — diciendo esto último mientras rodaba los ojos.
— Pero... ¡Este no es el caso! , yo... solo ahuyentó a esos tipos de Sophia porque ninguno se la merece.
— ¿No crees que ella misma pueda decidirlo?
Se pasa la mano por el pelo, muy nervioso — No es eso mamá, simplemente no quiero que le hagan daño.
— No quieres que le hagan daño porque ella te gusta.
Él ya no encontraba palabras para contestarle a su madre.
— Altair, si ella no ha aceptado salir con nadie, es porque esta esperando algo... ¿No crees?
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Somos tres
RomanceSophia y Altair están en un grave problema: en menos de nueve meses serán padres y no tienen ni la más remota idea de como cuidar a un bebe. Ahora deberán enfrentarse a sus inseguridades y miedos para decidir que es lo correcto... mientras afronta...