Somos tres

¡¿GEMELOS?!

—¿Estás lista? — le preguntó el médico a Sophia.

Ella asintió y tomando la mano de Altair, se preparó para sentir el frío gel en su vientre descubierto.

—Está frío... — susurró mientras Altair le tomaba con más fuerza la mano.

—Tranquila — le dijo el médico a la par que veía por el ultrasonido — vaya...

—¿Pasa algo? — preguntaron ambos preocupados.

—Err... tranquilos, el bebe está bien, su peso y al parecer no se vio  afectado por eso sangrado, eso sí Sophia tienes que dejar las situaciones estresantes por su bien — le aconsejo.

—Entonces, ¿Qué pasa? — preguntó Altair sumamente preocupado.

—Bueno... lo qué pasa señores es que no es solo un bebe... son dos — diciéndolo con mucho tacto.

Que aunque tuvo todo el tacto del mundo no evitó la reacción de ambos jóvenes.

— ¡¿DOS?! — gritaron, bueno Sophia.

Ya que Altair...

No pudo con la impresión y se desmayo.

— ¡Altair! — Gritó Sophia entre lágrimas.

—Tranquila señorita, le hace mal. Solo sufrió un desmayo, enfermera ayúdelo.

Con ayuda de unos camilleros pusieron a Altair en una cama contigua a su novia, mientras trataban de despertarlo con alcohol. Mientras pasaba eso, entraron los padres del chico.

— ¿Se puede?

— ¿Ellos son...?

—Mis suegros, déjenlos pasar por favor.

Las enfermeras los dejaron pasar, y Juliette inmediatamente fue a socorrer a su hijo.

— Pero...¿Qué le ha pasado a Altair?

—Se ha desmayado — dijo despreocupado el Doctor — al parecer fue demasiado para él, aunque bueno no todos los días te enteras que serás padre por partida doble.

Ambos abrieron los ojos al máximo, Juliette por un lado se quedo con la boca abierta y Alex solo pudo mascullar:

— Joder con Altair.

Las enfermeras soltaron una risitas, estaban acostumbradas a estas escenas.

Él chico comenzó a reaccionar.

—¿Qué pasó? — murmuró desorientado pero de repente de incorporó de golpe —¡Pía!

—Aquí estoy.

—¿Estás bien?

—Eso debería preguntártelo yo, te desmayaste.

Él pareció recordar todo de golpe— Joder... ¿De verdad son dos?

—Más que confirmado chico — le dijo sonriendo el
médico.

—¿Y por qué no nos dijeron en los otros ultrasonidos?

—Supongo que el niño tapo a su hermana, pero ahora se ven claramente.

—Espere, espere... ¿Son un niño y una niña?

—Si así es, son mellizos más específicamente.

Altair se dejó caer incrédulo, menuda suerte tenían.

—¿Cariño? ¿Estás bien? — preguntó temerosa la chica.

—umm, si Sophia estoy bien... solo estoy sorprendido eso es todo mi Pia preciosa — le sonrío