Creando lazos

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Había pasado casi un mes desde que los mellizos habían nacido y fiel a su palabra, Alex no dejo que fueran.

Altair estaba bastante confundido, cuando iba a pagar la cuenta del hospital para que Sophia y los niños pudieran salir, resulto que alguien más había pagado.

Justo cuando iba a pedir explicaciones, llego Luka con Pia cargando a los gemelos mientras era llevaba por el guardaespaldas en una silla de ruedas.

— Joven Salvatore, su padre ya ha pagado la cuenta y me pidió que los llevará a casa.

Ambos estaban confundidos pero dejaron que Luka los llevara, después Altair se encargaría de hablar con su padre.

Cuando llegaron se llevaron una enorme sorpresa, sus cosas, TODAS, estaba ahí.

Sophia solo podía ver confundida a Altair.

Antes de que si quiera el chico pudiera responder, Alex venía bajando muy emocionado, de hecho, era la primera vez, desde la muerte de Juliette que lo veían así de animado.

— Papá —comenzó Altair— ¿Qué es todo esto? ¿Mandaste por nuestras cosas al departamento?

— Antes de que te enojes, quiero decirte que no tienen porque mudarse... está es su casa.

El chico suspiro—. Papá ya habíamos hablado de esto ¿recuerdas? Cuando los mellizos nacieran, Pia y yo nos iríamos.

—Pero... ¡No tienen porqué irse! Les aseguro que no los molestare y ¡puedo cuidar a los niños! —Altair no sabía que hacer, nunca había visto a su papá de esa manera, volteo a ver a Sophia pero ella estaba igual se incomoda que él.

—Papá... en realidad los que tememos molestar somos nosotros, está es tu casa.

Alex suspiró derrotado—. Altair, desde que... desde que tú madre murió me siento muy solo, yo... siento que Kilian y Aileen me devuelven la sonrisa, veo a tu niña y la forma en que sonríe y es como si viera a mi Juli, de todas maneras si llego a morir esta será tu casa.

Él lo vio estupefacto— ¡Papá! No digas esas cosas, menos cuando estás tan sano.

Justo cuando Alex y Altair se iban a poner a pelear, Sophia los interrumpió—. Nos quedamos.

—¡¿Que?! —su novio la vio con una cara rara pero su suegro parecía que iba a estallar de felicidad.

Después cuando Altair y Pia platicaron, ella le dijo que no tenía corazón para decirle que no al padre de Altair, mucho menos después de ver la mirada amorosa que le dedicaba a Kilian y Aileen.

Aunque ,pese a las protestas de Sophia, Alex le había dicho a los sirvientes (los pocos que tenían) que ahora ella era la señora de la casa.

¡Hasta parecía que Luka la trataba como tal! Ella sentía que no merecía ese puesto...su suegra era irremplazable.

Estaba pensando justo en eso mientras cambiaba a Kilian con otra ropita, en ese momento solo estaba con su hijo ya que Alex estaba con Aileen (bueno prácticamente se la había arrebatado en cuanto termino de comer.)

Estaba a punto de ir a reclamar a su hija para que durmiera su siesta cuando el susodicho entro por la puerta con una sonrisa nerviosa.

Ella se alarmó— ¿Le pasó algo a Leen?

Él negó rápidamente— No, pero hay alguien que quiere verte.

—¿A mi?

—Si, yo me quedo con los peques, ve...

Sophia se le quedo viendo raro pero se encogió de hombros, confiaba en su suegro, jamás haría algo que perjudicará a sus nietos y también estaba segura de que Luka estaba en alguna parte de la casa.

Bajo las escaleras y se llevó una sorpresa al encontrarse con Massimo Renzi... su padre.

Él, al verla se le iluminaron los ojos, de una manera que Sophia hubiera deseado ver alguna vez en Atticus.

—Hola... —murmuró él un tanto cohibido— ¿Cómo sigues? ¿Los niños como están? —de inmediato se dio cuenta que hacía muchas preguntas y se calló.

Sophia solo se removió incomoda, desde el día del hospital no lo había visto y no sabía cómo reaccionar... gracias a eso no habían podido hablar del tema.

—Ellos están bien... como... ¿Cómo está mi mamá?

—Un poco triste supongo, aunque las fotos que Alex le manda de los mellizos, le alegran un poco el día.

Ella encarnó una ceja, algo le decía que esto era obra de su suegro, como no... Intentó mantenerse calmada, pero una pregunta salió de sus labios sin poderse contener.

—Por que ... ¿Por qué no me reconoció como su hija?

Él hizo una mueca de dolor y susurró—. Yo no sabía... yo sé que no es excusa, de haberlo sabido hubiera luchado por ustedes... Sofi yo...

—¡¿Sabes lo que tuve que pasar al lado de ese
monstruo?! , siempre me sentí una basura... nunca tuve una aprobación de él... yo solo... yo solo quería un padre que me amara... que estuviera orgulloso de mi —Sophia no pudo evitarlo más y soltó todo el llanto que tenía acumulado, Massimo estaba estático pero un impulso lo llevo a abrazarla, ella no se quitó.

—Sofi...eres una persona maravillosa, mi princesita... mi niña... lo que yo hubiera dado por verte crecer y de alejarte del estupido de Jones.

Sophia no podía decir nada, estaba toda conmocionada, el abrazo... era tan reconfortante ¿Ese era el amor paternal?

Alex junto con Luka miraban la escena, con los mellizos en brazos, ellos habían hecho todo eso... ya que habían visto a Sophia muy decaída y bueno Massimo no tenía la culpa de nada, sólo eran circunstancias de la vida.

Después de calmarse un poco, Sophia se separó de él—. Sé que no empezamos con el pie derecho precisamente pero... ¿Quieres conocer a tus nietos? — le da una sonrisa con los ojos rojos por el llanto, él asiente y eso es suficiente para los dos espectadores para bajar con los niños.

—Bueno Renzi te presento a Kilian y la princesita que está en brazos de Luka es mi preciosa Aileen.

Él toma en brazos al pequeño y ríe al ver que el peque frunce el ceño como él, quizá después de todo podría componer las cosas... ser una familia.

Mientras los dos abuelos orgullosos estaban con los niños, Luka aprovechó para llamar la atención de Sophia.

—Señorita —Pia voltea a verlo con una sonrisa—. Mi señora Juliette... dejo esto para usted —le dice entregándole una carta.

Ella la recibe y sin contener su curiosidad, la abre... conforme comienza a leer sus ojos se vuelven a llenar de lagrimas pero aún así sonrío... tal y como su mamá le había dicho una vez, Juliette era una persona sumamente especial.

Vio a sus niños y miro al cielo "Los cuidare, se lo prometo"

Somos tres Donde viven las historias. Descúbrelo ahora