Un nuevo look para derrotar a un nuevo rival

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Lucien: Cámara secreta del palacio real de Nápoles, 4 de Junio (00:02)

Ambos chicos se reían de mi como si fuera la cosa mas divertida del mundo que me sorprendiese su condición, recupere la compostura, puse una cara de seriedad e intente colocarme lo mas erguido que me permitía mi maltrecho cuerpo.  Aproveche que ellos se reían para concentrar las siete llamas en mi dedo índice, cuando un pequeño punto de color rojo apareció en mi dedo sonreí y empecé a dibujar en el aire dos runas nórdicas (runas de sellado para ser exactos).

Una vez dibujadas las lance con un pequeño movimiento de manos contra ambos seres, cuando los sellos impactaron en sus cuerpos ambos chicos dejaron de reírse y empezaron a caer al suelo mientras los sellos se marcaban en su piel como si fuesen un tatuaje. Cuando se levantaron vi que Devlin tenia marcada la runa en la palma de su mano derecha  mientras que Diego la tenia en la esquina superior izquierda de su pecho muy cerca del corazón. Ambos híbridos me miraron furiosos. Suspire cansado y dije.

-os acabo de convertir en mis sirvientes. -ambos me fulminaban con la mirada. Diego pregunto.

-¿por que has hecho eso? 

-necesito que me ayudéis a luchar contra el ser que aparecerá dentro de poco así que de esta manera tendré la garantía de que no os volveréis contra mi en el ultimo segundo. -los ojos de Devlin empezaron a brillar.

-cuando salga de este circulo te torturare y después te desmembraré vivo. -sonreí ante la amenaza del semidemonio y tras recitar un par de canticos en griego los tres círculos desaparecieron.

-adelante acaba conmigo. -dije con muchísima seguridad.

Devlin intento darme un golpe con su puño pero a unos centímetros de impactar con mi cara una corriente de aire lo lanzo contra el otro lado de la sala habiendo caer la vitrina que albergaba la cota de malla. Al tocar la vitrina sin haber hecho desaparecer el circulo de invocación provoco que diez bombas elementales se materializaran y fueran disparadas hacia el hibrido pero gracias a mi rápida intervención y a la utilización de un hechizo "léviter" conseguí que las esferas no impactasen en él. El rubio  se levanto totalmente confuso y con algo de furia en su voz pregunto.

-¿que acabas de hacer? -sonreí.

-fácil, ahora que sois mis sirvientes las runas que os coloque evitaran que cualquiera de vuestros ataque me hagan daño. -ambos me fulminaban con la mirada impotentes. No me gustaba sellar a ningún espíritu pero si no lo hago no podre enfrentar la ultima trampa que me separa del planisferio celestial.

Me acerque al pedestal donde reposaba el planisferio con los nervios a flor de piel. Si fallaba lo mas probable era que muriese y que mil y una identidades se hiciese con el planisferio, robase las crónicas de fuego y después fuese a estados unidos para matar a Taylor Foster e impondría su sentido de la justicia sobre todas las naciones de la tierra. No podía permitir eso, no podía fallar otra vez al defender a mis seres querido, no podía volver a hacerlo. Extendí mi mano derecha hacia el disco, mis quemados dedos rozaron el frio metal para después cerrarse sobre el y sacarlo de su lugar de reposo. Una vez estuvo en mis manos salí corriendo como pude hacia donde se encontraban Devlin y Diego.

-preparaos por que ahora viene lo verdaderamente difícil. -ambos híbridos se pusieron en posición de combate. Miramos con suma atención como una nube de humo se alzaba desde el circulo de invocación del pedestal. Cuando el humo se disperso una gigantesca serpiente con alas emplumadas rugió. De sus colmillos salían gotas de veneno que al impactar con el suelo lo derretían. Los tres tragamos saliva preparados para morir, la serpiente hablo con furia.

-¿quien se atreve a despertar al gran Quetzalcóatl? -sabia que los magos españoles habían sellado a poderosos seres en América pero nunca pensé que llegasen a atrapar a uno de los dioses mas poderosos de toda Mesoamérica. Me acerque con dificultad al dios.

Las Crónicas de Fuego: los cuatro príncipes del infierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora