♔ EN EL AJEDREZ LA REINA PROTEGE AL REY ♔ CANCELADA

♔PROLOGO♔

La infancia

Una de las mejores etapas de cada ser viviente, recordada y añorada por los humanos.

Es en esta etapa en donde todo es color de rosa, en donde todo solamente es jugar y ser feliz.

Pero... ¿Quién diría que aquel niño azabache con quien formó aquella linda amistad, se volvería parte fundamental de su vida?

¿Quién diría que, con solo aquella promesa de niños, su vida cambiaría para siempre?

Quién diría que....

Se enamoraría del futuro Rey de Dotridaytarle.

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Era el primer día de primavera, el sol se posaba en el cielo para alumbrar con sus poderosos rayos a toda la ciudad. Las aves alzaban el vuelo y expresaban la llegada de la primavera a través de su alegre cantó. Las flores comenzaban a abrir sus pétalos para mostrar su belleza a toda la ciudad. Los animales del campo empezaban a despertar de su gran descanso de invierno, para ver la belleza y gran fauna que le había dejado la madre naturaleza.

Los niños le expresaban a sus padres el deseo de estar a fuera para ver la belleza de la naturaleza. Cada ciudadano vivía en armonía en aquel pueblo. Todos salían alegremente de sus moradas a ejercer su labor, mientras los niños disfrutaban del ambiente en el exterior.

Un pequeño joven de tan solo cinco años de edad se encontraba apoyado encima de un mueble observando por la ventana el exterior. Su madre se encontraba sentada frente a este, fijando su vista en aquel libro tan interesante para ella. Mientras su pequeño se aburría cada vez más observado solos a los jardineros limpiar las rosas. Llevaba ya una hora esperando a su hermano mayor para jugar, pero este aún no se había indignado a mostrar su rostro en aquel lugar.

-Mamá me aburro- expresó el pequeño niño azabache, captando la atención de su madre.

-bueno, podemos jugar juntos- expresó, cerrando el libro y poniéndolo en una mesita que se encontraba a su lado.

-no quiero jugar... yo- se voltea para ver hacia fuera- yo... quiero salir-

-claro- sonríe- le diré a tu nana que te deje salir al patio-

- ¡no mamá! - realizó un buchero- no quiero salir al patio, quiero ir afuera... afuera de este lugar- le expresó con un gesto de súplica- por favor mamá-

-...- la madre no expresó nada simplemente se quedó callada pensando en lo que iba hacer.

-por favor mamá, por favor-

Suspiro- está bien-

- ¡SIII! - gritó emocionado, bajándose del mueble y dando pequeños saltitos de alegría.

- ¡pero! -Ese "pero" inmovilizo al pequeño, sabía que se trataba de una típica condición -pero- lo miro con serenidad- irás con tu nana y con algunos guardianes, ¡y! nada de desobedecer a la nana, si lo haces no volverás a salir ¿entendido?

-si mami- expresó con seriedad el pequeño.

-muy bien llamare a la nana-

Minutos después

-adiós mamá- expresó el pequeño feliz, despidiéndose de su madre con su pequeña manito, para luego entrar en la limusina.