♔ EN EL AJEDREZ LA REINA PROTEGE AL REY ♔ CANCELADA

♔Capítulo 5♔

Luego de un rato juntos, planeando más detalladamente lo que ambos habían concordado en su trato, el príncipe Reaper debía de marcharse. Pero no sin ante haber compartido su contacto con ahora ya confirmado cómplice la princesa Geno.

-esto será perfecto- expreso el príncipe- fue un placer hablar contigo, adiós mi bella señorita~ -expreso el príncipe tomando la mano derecha del menor y depositar un tierno beso en esta, para acto seguido marcharse del lugar. Dejando aún Geno bastante desconcertado.

-señorita mis guevos- expreso este con una mueca en su semblate. Geno sabía de ante mano que su matrimonio "fríamente calculado" está lleno de mentira y una de ellas, la que más le perturbaba era hacerlo creer una mujer. Le dolía en su alma se parte de aquella falacia y sabía que nada de aquello se podría justificar al revelar la verdad. Además, para la realeza, es más fácil comprar a los medios de comunicación (periodistas y prensa) que justificar sus acciones. Lo que se hace con la corona se queda bajo está.

Después de un largo suspiro Geno decidió descansar, además que los tacones lo estaban matando, se dirigió a su aposento y de paso a aquel lugar se encontró con su hermano menor, la verdad no deseaba charla con este en ese preciso momento; así que simplemente su plan era ignorarlo y seguir hacia donde se dirigía, pero no todo lo que planeas te sale a la primera.

-no me agrada ese sujeto- escuchó su voz a su espalda.

Geno detuvo su andar -a mí tampoco me agrada, pero ¿qué quieres que haga? - dijo volteándose, para encarar a su pequeño hermano.

-que te reveles contra ellos-

-no es tan fácil como lo piensas- expresó mirándole a los ojos.

-deja de ser sumiso Geno, sabe que no obtendrás tu libertad con ello-

-no estoy siendo sumiso-

- ¿a no? ¿Crees que con tumbar una mesa vas a intimidad a alguien? ¡JA! Por favor-

- ¿tu... que? - expresó mirándole fijamente- ¡que te eh dicho sobre espiar a la gente Error! -

-que no debo hacerlo-

-y ¿entonces? - expresó colmando su paciencia.

-sabes que ese trato es muy peligro ¿cierto? -

-deja de meter tus narices donde no te incumbe niño metiche-

-y tu deja de meterte en juego que no sabes manejar niñita-

- ¡NO SOY UNA NIÑA! - expresó con enojo-

-con ese vestido, maquillaje y actitud, si lo eres- le miró fijamente a los ojos y sin ninguna expresión en su rostro- ¿porque dejas que te controlen? ¿qué tanto miedo tiene a revelarte? -

-no es tan fácil como lo piensa Error, cuando estés en mis zapatos lo entenderás- dice al borde del colapso.

-claro que no, porque yo no uso tacones- expreso con arrogancia y una sonrisa burlona.

- ¡vete a la mierda Error! - expresa para luego marcharse a su habitación.

-hace tiempo que ya lo estoy- suspira y mete sus manos en sus bolsillos, mientras ve como su hermano mayor se marcha, dejándolo completamente solo.

Geno había escuchado lo suficiente de su hermano, no sabía con exactitud cuanto le desagradaba la actitud socarrona que este tenía a tan poca edad y lo poco comprensible que llegaba hacer. Él no sabía lo que este estaba pasado para juzgarlo de esa manera, y aunque Error piensa que eso no pasará con él, estará muy desconcertado cuando el destino le haga una mala jugada.