Escena II

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-Eres mucho más fuerte de lo que crees cariño... Tú puedes escapar de este horrible lugar...

-Mamá... no! Ven conmigo!!

-Lo siento mi bebé... Adiós...

Una fría sensación me despierta, mi corazón está a mil, caen lagrimas de mis ojos, me he dormido.

Me levanto rápidamente de la bañera, me seco los restos de agua y comienzo a vestirme.

Tomo la ropa asignada, y me visto rápidamente. Ropa interior a mi medida, es color negro con detalles blancos, una blusa gris ajustada, con escote, una falda ajustada hasta tres dedos más arriba de mis rodillas, tacos negros y joyas plateadas, un collar de luz y aros a juego.

Seco mi cabello, y lo peino, una pequeña caja al costado del lavado con un enorme espejo encima, la abro y encuentro maquillaje junto a una nota: 'Úsalo como desees'. Me maquillo con un delineado negro y máscara de pestañas, y mis labios con un tono carmesí. Ato mi cabello con una cola alta, como me indica una nota que estaba sobre la ropa, termino y tocan la puerta; supongo que es Erick. Camino despacio y abro.

-Señorita Alice, la llevaré con su amo.

Asiento, y la sigo obediente. Reflexiono sobre aquella palabra que mencionó la mucama : 'Amo', tratando de evitar llenarme de ira.

-Por cierto, al amo le encantarás, te ves hermosa.

La miro fijo, y actúo una sonrisa.

-Baje por estas escaleras y vaya por allí hasta dos puertas grandes, llegará al comedor, buenas noches.

Sigo las indicaciones, y abro las puertas.

-Llegas tarde.

Observo una gran mesa, y una silla contundente, allí Erick sentado. Me mira con ojos curiosos, pero vuelve en par de segundos a su mirada neutra.

-Siéntate.

Camino hacia la mesa, un montón de comida, muchos cubiertos plateados y todo el comedor enorme y con cuadros adornándola, dandole un toque sofisticado. Me siento frente a frente y guardo silencio.

-Me haces estar satisfecho con mi compra. Recibirás tu recompensa.

-Gracias.

-Otra cosa que debo dejarte en claro... Deberás llamarme Amo, cada vez que te diriges hacía mí.

-Sí.... Amo.

Estoy hirviendo en ira, pero elijo aguantarme, no quiero volver a aquel asqueroso lugar.

-Come, será una larga noche.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Terminamos de comer, me mandó al baño, a 'prepararme'. Salgo, y me observa.

-No llevas tu collar?

Está enojado.

-No pensé que debí-

-Eres una sumisa, siempre debes llevar collar! Vé de inmediato a ponértelo, creí que eras obediente.

-Lo siento amo...

Me puse el collar, y ancló la correa a mi cuello. Me llevaba a una habitación que al parecer estaba en el tercer piso. Posó su pulgar, y la puerta se abrió, alcancé a divisar una cama roja, y a los costados, objetos que jamás creí que existieran.

-Vé a la cama.

Obediente, caminé hacia la cama y Erick  presiona mi cuello contra ésta. Dejando así, mis piernas como aquella vez.

-Veamos a qué nivel estás.

Acariciaba mis piernas, subiendo por mis muslos, y hasta posar su mano en mi intimidad por dejado de la falda.

-Tan suave... era real lo de la piel de diosa.

Bajó mis bragas, y presionó su miembro contra mí. Se separó y amarró mis manos a cada lado de la cama, dejándome boca abajo. Quitó la falda y la blusa, además de mis tacos.

-Seré gentil, deberías agradecérmelo.

-Gracias, amo.

-Muy bien, aprendes rápido.

Sólo escuché el sonido de su pantalón abrirse, y ya estaba la punta de su miembro acariciando mi intimidad.

-Mm! A-amo...?

-Silencio, no te he dado la autorización para hablar aún.

Guardo silencio, mi intimidad se está calentando, y me odio por aquello, me siento humillada.

Toma mis caderas y me embiste.
A mis 18 años, seguía siendo virgen. Duele mucho, es enorme y me está lastimando, tengo miedo por primera vez en mi vida de hacer siquiera un ruido, me muerdo el labio, siento que dentro de mí crece y crece su miembro. De pronto aumenta el ritmo, y pienso en todo lo que debe estar rompiendo dentro de mi.

-Mm... Estás tan... apretada... Sólo respira, después de un rato dejará de doler.

Me está aconsejando mientras me coje? Aún así comencé a respirar, estaba jadeando de tales embestidas, de pronto comenzó más y más rápido, y comencé a disfrutarlo.

-Amo...

-Ahh.... Qué quieres?

-Me gusta...

-Ansiaba por eso...

Jalaba mi cabello, respirando en mi cuello, y sin más corrió su mano por mi torso hacia mis senos, pellizcando cada uno.  Todo mi cuerpo estaba experimentando un cambio drástico, pasó del dolor hasta el placer. Su tacto me erizaba cada diminuto poro de mi ser. Al cabo de unos minutos, un cosquilleo recorrió por todo mi cuerpo, y caí rendida sobre la cama, un líquido caliente se esparcía sobre mi espalda, mi cuerpo temblaba ligeramente.

-Recibirás  tu castigo cuando estés más preparada,es todo por hoy. Vé a tu habitación, mañana será un largo día.

-Sí amo...

Extravagante Tentación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora