Escena XVIII

7.6K 342 7
                                    

Vamos en uno de sus autos, me tiene sentada a su lado derecho. No hace más que mirarme fijamente, sus ojos expresan el odio mismo de una manera aterradora. Su mano derecha recorre mi muslo, escabulléndose debajo de el vestido.

-Erick... no es el momento ade--

-Silencio. Te vez más hermosa si solo cierras tu boquita y es una orden.

Muerdo mi labio inferior, acaricia mi intimidad lentamente, mi respiración se vuelve débil, él entierra sus ojos en mi rostro.

-Ví las cintas.

Mi corazón se paralizó, todo se viene a mi mente, el vino, los besos y el sexo. Víctor viene a mi cabeza, miro aterrada a Erick.

-Erick--

-Víctor está bien, si es eso lo que te preocupa... sólo se fue a casa con un par de contusiones leves, estará bien.

Siento como el color de mi rostro se va lentamente, jamás debí olvidar que Erick es una parte importante de la mafia... pero no creí que fuese tan frío y duro.

-Al parecer te gustó bastante, no? Parecías una zorra.

Comienza a reírse sarcásticamente, un escalofrío recorre mi espalda.

-Qué buscas con todo esto? Mátame de una puta vez, si hacerme sufrir es lo que quieres.

Su rostro se torna serio, me observa con superioridad y se acerca a mi oído.

-Para qué desperdiciarte tan rápido, si puedo divertirme con todo tu cuerpo?

Tengo ganas de llorar, pero el miedo no me permite reaccionar, hemos llegado a la mansión y nos bajan los tipos formales.

-Pueden irse.

Los tipos se van con autos y todo, dejándonos completamente solos.

-Erick, no estás pensando las cosas fríamente... deberías calmar--

-Te di una orden, quieres que tu castigo sea más grave?

Me tira de la correa, me lleva rápidamente a su habitación "especial", una habitación increíblemente grande, tono burdeo y innumerables objetos para el placer sexual. Me lanza contra la cama boca abajo, toma mis caderas y las levanta.

-Veamos, cuantas veces me desobedeciste? Mmmm... ve contándolas tú.

Me giro lentamente, veo cómo se saca rápidamente el cinturón, sonríe fríamente, desgarra mi vestido, quita mis tacones, baja mis bragas y aprieta mi trasero.

-Aguanta la respiración, rápido.

Inhalo hondo y aguanto.

-Ahora aceptaras que eres solo mía.

Me golpea fuertemente en seco y mi cuerpo tiembla.

-Cuenta.

-Uno...

Acaricia mi trasero y golpea de nuevo.

-D-dos!

Acaricia mi intimidad y golpea una tercera vez, pero un poco más fuerte que las anteriores. Aprieto las sabanas con mis manos, muerdo mi labio y aguanto las lágrimas.

-Tres...

-No te oigo.

-Tres.

Inhalo profundo y me golpea una última vez, pero fue tan fuerte, que sacó un leve gemido de dolor y algunas lágrimas caen lentamente.

-Cua--...cuatro.

Extravagante Tentación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora