Extravagante Tentación

Escena VIII

Tengo frío... abro los ojos, y me encuentro sola, en esta habitación. Mi cuerpo duele completamente, no puedo respirar bien, hasta respirar me duele. Hay un espejo a un costado de la cama, me destapo y veo mi cuerpo.

-Mierda....

Los recuerdos se vienen a mi cabeza en un instante. Un rubor se apodera de mí, al recordar el rostro de Erick excitado. Su cuerpo sudoroso, y fuertes brazos anudando las cuerdas por todo mi cuerpo.

Sigo observando, mis piernas están totalmente marcadas, me giro y mi espalda está marcada por las cuerdas que utilizó.Además veo moretones que me ha provocado con aquellos golpes.

Me levanto lentamente de la cama y camino hacia una camisa que estaba tirada en el suelo. Me cubre todo el cuerpo, es casi como un vestido... Erick es enorme. Salgo de la habitación y camino hasta la escalera, no encuentro ningún rastro de Erick. Bajo por las escaleras y voy en busca de mi maleta. La encuentro y saco mi celular, está muerto. Busco mi cargador y lo conecto. Mi cabeza duele ligeramente. Me siento en un sofá y enciendo el gran televisor. No sé nada de el mundo exterior en absoluto. Aprieto un botón del control y comienzo a ver las noticias. Nada interesante, de pronto escucho las escaleras, me giro y un alarmante recuerdo llega a mente... mi periodo no ha llegado.

-Buenos días preciosa.

Mi cuerpo se paraliza.

-Hola...

Erick se acerca y me observa extrañado.

-Alice, qué sucede?

-Yo...

Cubro mi rostro con ambas manos.

-No es nada...

Erick se sienta a mi lado.

-Es fácil saber cuando estás mintiéndome.

Quito mis manos de mi rostro, miro a Erick y trató de disimular el terror que recorre mi mente.

-No es nada.

-Alice.

Me toma del hombro.

-Sí?

-Dime la verdad.

Desvío la mirada y entierro mis uñas en mis muslos.

-Creo que estoy... embarazada.

Tengo miedo de mirar a Erick a la cara. No tengo idea qué podría sucederme. Mis piernas tiemblan y frunzo el ceño para evitar llorar.

-Alice, tranquila. Date una ducha y vamos al doctor.

Un alivio asqueroso se apodera de mi ser, miro a Erick y su rostro permanece neutro. Obedezco y subo a ducharme y asearme.

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Vamos en el auto, hay cierta tensión en el ambiente. No me ha hablado, aumenta el nervio en mí.

Llegamos a aquel hospital, y extrañamente nos hicieron pasar de inmediato. Me hicieron varias pruebas, Erick ha hablado con ellos sobre la situación. Los doctores demoran su tiempo, yo por mi parte, trato débilmente de mantener la calma para no alterarme.