Una semana, Peeta llevaba sin tocarme una semana. Una semana entera en la que no habíamos compartido ni una sola caricia, ni un solo beso. Nada. Y lo peor de todo es que apenas hablábamos entre nosotros. Las comidas pasaban en un silencio sepulcral y él incluso había empezado a usar otra habitación. Algo que me hacía llorar cada noche hasta caer dormida. Aunque la tranquilidad no se acababa ahí, ya que cada noche había sufrido pesadillas. Pesadillas en las que le perdía de mil y una maneras. La primera vez soñé que él moría a manos de Gale. Gale apretando su cuello con fuerza hasta la asfixia. Otra de las noches era una rastrevíspula gigante la que le atacaba y atravesaba su pecho con su enorme aguijón del tamaño de una espada. La noche que más grité fue cunado moría a manos de Prim y Rue
Al menos, Peeta se acercaba hasta mi habitación y me calmaba. Aunque apenas me tocaba intentaba calmarme con sus palabras. Era en el único momento en el que era de nuevo el mismo. Cuando intentaba calmarme después de una pesadilla. Pero cuando el llanto cesaba, volvía a dormirme, y entonces era cuando le escuchaba llorar al otro lado de la pared.
En esta semana sentí como mi vida volvía a carecer de sentido, y aunque Haymitch y Johanna intentaron sacarme una sonrisa no lo consiguieron. Mi madre me llamo para disculparse por no asistir a mi fiesta, pero ni eso me provocó emoción. Mi corazón no sentía nada al recordar que mi propia madre no había estado en mi décimo cumpleaños. Incluso no me apetecía ni casar. Dejé de llevar la ropa interior de encaje y poco a poco me fui aislando de nuevo. Peeta y yo éramos como dos extraños que compartíamos casa. Su voz se había vuelto ruda cuando se dirigía a mí. Su mirada huidiza. Se pasaba mucho tiempo fuera de casa, reconstruyendo la panadería, o eso era lo que esperaba yo, aunque quizás su tiempo lo pasara con Delly.
Ahora prefería que no viviera bajo mi mismo techo. No soportaba verle y no poder tocarle.
Oí sonar el timbre varias veces. Y así solo picaba una persona en todo Panem. Intenté ignorarlo mientras cocinaba pero al final consiguió su propósito y fui a abrirle.
-¿se puede saber qué demonios estás haciendo encanto? –ni siquiera me saludo antes de entrar e ir directamente a la cocina.
-ahora mismo estaba intentando hacer la cena
-no me refiero a eso Katniss –dijo pesadamente.
-entonces... ¿a qué te refieres? –resopló con fuerza
- A Peeta, ¿a qué si no? –esta vez quien resopló fui yo
-Yo no hago nada, maldita sea, Haymitch es él el que no me mira, ni me toca...hace... -intenté luchar contra las lágrimas –Hace una semana desde mi cumpleaños y hace una semana que no me besa...
-ponle remedio, Katniss ¡utiliza tus armas de mujer!
-yo no tengo de eso...
-claro que las tienes...Peeta te lo ha dicho muchas veces "no sabes el efecto que causas en las personas", Katniss eres hermosa, inteligente, y con él sale tu lado tierno y sexy...
-Creo que eso último debías habértelo ahorrado... -odiaba la idea de que Haymitch creyera que era "sexy"
-lo que sea...el caso es que muevas el culo y hagas algo para recuperar al antiguo Peeta.
-lo se...tengo que moverme...tengo que hablar con él...pero tengo miedo de que todo acabe mal
-nenita...todo está mal, no puede empeorar más ¿no? Arriésgate
-supongo que tienes razón Haymitch... -suspiré pesadamente –las cosas ya no pueden ir a peor
-Pues ya está...arriésgate, yo también echo de menos al chico
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Aprendiendo
FanfictionDiseño y Creación de portada: Ann Carrís (@Anisiss ) SINOPSIS ¿Cómo Katniss descubre algo más carnal que el amor? Aclaro que el fanfic no es mío, lo leí hace más de un año de una chica que se hace llamar sweet.dreams.89, me encantó y quise comparti...