El Cazador Stiles Stiliski

3-.La Realidad.

Y... aquí me encuentro corriendo... como maldito demente sin ningún rumbo específico, corriendo de la cruel realidad, hasta que mis estúpidos pulmones ya no pueden recibir el oxígeno suficiente y mis piernas ya no pueden seguir en pie, me detengo no porque quiera, sino porque ya no puedo seguir adelante y tal vez me dejaron de seguir hace un kilómetro atrás, ya que escondí mi aroma para que no me detectaran pero aun así seguí corriendo, tal vez por miedo, miedo a que me descubran, No...no... no es por eso, creo que tengo miedo a decepcionarlos y que me rechacen por ser un cazador o por haberles mentido.

Poco después llegué a una pequeña laguna, muy bonita, por cierto, en donde me senté en las raíces de un árbol cercano dejando descansar mi pesado y adolorido cuerpo.

Al sentarme podía escuchar a mi acelerado corazón, con cada latido que daba y el cómo bombeaba cada gota de sangre que recorría mis venas, hasta que recordé ese delicioso sándwich que dejé en el refrigerador, escondido detrás de algunos vegetales para que mi padre no lo encuentre, ya que detesta las verduras, de tan sólo recordarlo se me antoja....

!Demonios Stiles! acabas de correr por que estuviste a punto de entrar en un ataque de pánico, y por poco te descubren y piensas en comida-me regañe a mí mismo.

Volviendo a la realidad me recosté entre las raíces de aquel árbol, me puse a recordar cómo empezó todo esto hace once años.

(...)

Era una noche acogedora cuando todo inicio y nadie se percató hasta que fue muy tarde, en ese momento perdí a mi madre, intentando protegerme de un grupo de desertores, los cuales intentaban someterla, pero ella realmente dio muy buena pelea, hasta que mi padre llegó y empezaron a pelear espalda con espalda, solo fue cuestión de un parpadeo, de un error generado por el cansancio, en un movimiento mi madre fue gravemente herida y solo recuerdo verla caer junto al enemigo pero ella jamás impacto con el suelo,  mi padre la detuvo antes de caer, abrazándola muy fuerte y  yo solo corrí directo a ellos.

Solo podía escuchar a mi padre decirle ente lágrimas, nervioso y muy pálido-Estarás bien te pondrás mejor, no te rindas amor, por favor por lo que más quieras no cierre tus ojitos, ya verás que te podré salvar eres muy fuerte, ¡por favor no nos dejes amor! ...¡Claudia!- Grito su nombre desgarradoramente entre sollozos.

Apenas y podía hablar, mis lágrimas no dejaban de llenar mi carita y solo la pude abrazar. No entendía lo que estaba ocurriendo, al menos no todo, pero sabía que era malo.

Recuerdo como lloraba cerca de mi madre la cual me cubría en un brazo y junto a mi padre nos decía- Quisiera que así fuera amor, pero la herida es muy grande aunque intente curarme, no podré sanar, por lo que necesito que cuides de nuestro pequeño Stiles- dijo mientas mi padre la estrechaba entre sus brazos con tanta necesidad y el llanto de mi padre  se hizo más desgarrador .