Stiles entró corriendo a la casa y encontró a su padre llorando desconsoladamente, pero en cuanto le vio corrió a abrazarlo.
- ¡Stiles, estás bien! ¡Santo Dios! - su padre lo abrazaba con mucha fuerza. - Pensé que te había perdido...
Se abrazaron por un tiempo más y Stiles por fin se separó.
- ¿Cómo está Lydia? - su tono era de evidente preocupación, y su padre le puso una mano en su hombro, tratando de tranquilizarlo.
- Melissa le limpió las heridas y la suturó, por suerte no se infectaron, pero tardará mucho en sanar y su cara... Pobre chica. - a Stiles se le llenaron de lágrimas los ojos, pero se contuvo. - Ve a verla, está en la casa de los McCall y Scott también. Estarán felices de verte, muy felices.
Stiles se despidió de su padre y se encaminó a la casa de su mejor amigo con prisa. Llegó antes de lo esperado y cuando su amigo lo vio, casi suelta a llorar como su padre.
- ¿¡Acaso estás loco, idiota!? ¡Saliste corriendo, algo pudo haberte alcanzado y...! - Scott detuvo su sermón y volvió a abrazar a su amigo. - Vuelve a asustarme así y seré yo el que te mate...
- ¿Dónde está Lydia? - Scott miró a Stiles con tristeza.
- En mi habitación, reposando. Stiles, su cara... - Scott apartó la mirada, evitando la de su amigo evidentemente dolido. - Se alegrará de verte, no puede hablar y tiene algunas vendas, pero si le preguntas algo te aprieta la mano una vez para "sí" y dos para "no".
- Gracias, amigo.
Caminó por el pasillo hasta la habitación de Scott, la cual se encontraba hasta el fondo. Su corazón se partió al entrar y ver a Melissa quitándole las vendas sucias, dejando la cara al descubierto. Estaba destrozada, no había otra palabra. Sin toda la sangre encima, la herida se veía ligeramente menos monstruosa, con una herida suturada cruzando desde su mejilla derecha a su ceja izquierda, pasando por sobre su ojo, o donde antes había estado su ojo, otra desde su labio superior hasta casi la frente y una que iba desde su mejilla izquierda hasta su cuello.
- Stiles, pasa, está consciente pero no puede hablar. - Stiles asintió y se acercó a la silla que estaba al lado de la cama. Esperó a que Melissa terminara de ponerle las vendas nuevas y saliera de la habitación. Su amiga se veía muy mal con toda su cara cubierta y algunas manchas de sangre fresca.
- Hola... - Stiles ya no aguantó más y soltó a llorar. Era horrible ver lo que le había pasado, Lydia pudo haber muerto... Stiles sostuvo la mano de su amiga. - ¿T-te duele mucho?
Lydia apretó su mano una vez y Stiles sollozó.
- Lo siento, cuanto lo siento... Tal vez si hubiéramos llegado antes... - Lydia volvió a apretar su mano, Stiles supuso que era para reconfortarlo pues no había hecho ninguna pregunta.
Stiles recordó lo que le había preguntado a Derek. "No, yo no lo hice." ¿En verdad le había creído? ¿Qué rayos le pasaba? ¡Era un maldito hombre lobo, un hombre lobo malo que tal vez trató de asesinar a su amiga! Más en cuanto le vio directamente no sintió ni una pizca de miedo, solo una curiosidad aberrante, muy difícil de contener.
- Lydia... Lo que te hizo esto... ¿Viste algo de él? - Lydia apretó una vez.
- ¿De qué color eran sus ojos, pudiste verlos?, ¿eran azules, tal vez? - dos apretones. La mano de Lydia se alzó lentamente y vagó por el tronco y la cara de Stiles hasta que dio con su capa roja y la asió con fuerza.
- ¿Rojos? ¿Eran rojos? - Lydia volvió a tomar su mano y la apretó. El chico quedó confundido. ¿Derek le había dicho la verdad?
Stiles se sintió ligeramente feliz de saber que Derek no lo había hecho. De alguna manera cuando Derek se lo dijo, sintió que era verdad, más tuvo que preguntarle a Lydia, y lo confirmó. Pero también se asustó, si Derek no lo había hecho...
Stiles jamás había estado tan seguro de algo, jamás había decidido creer sin miles de preguntas de confirmación previas. ¿Qué era toda esa nueva confianza repentina? ¿Y con un ese hombre lobo? ¿Acaso estaba loco?
- Y, ¿recuerdas al... otro lobo? ¿Uno que tenía ojos azules? - Lydia apretó otra vez. - ¿Te lastimó también? - apretó dos veces sin dudarlo.
Derek no le había mentido, él no había sido. Eso significaba que había otro lobo en el bosque, y eso le causó a Stiles un escalofrío.
- Está bien, te dejaré descansar por hoy. Todo va a estar bien, bonita. - Stiles besó la frente de su amiga y ella le apretó la mano como despedida.
Stiles salió del cuarto después de arropar a Lydia y se encontró a Scott en el pasillo, el cual le acribilló a preguntas.
- ¿Qué rayos te pasó? ¿Por qué corriste? ¿Cómo saliste? ¿Cómo no te perdiste? - Stiles rodó los ojos en señal de fastidio y se giró a su amigo el cual le seguía por el pasillo.
- Respuesta uno: creí ver al lobo y huí para que me siguiera a mí y alejarlo de ustedes, respuesta dos: llegué hasta los límites del bosque en las afueras del pueblo, y repuesta tres: seguí los letreros de los límites seguros. - Scott lo miró boquiabierto y Stiles supo lo que venía.
- ¡Pudiste haber muerto! ¡Esa cosa pudo haberte seguido y atrapado y torturado y comido y...! - Scott empezaba a descontrolarse y Stiles le puso una mano en el hombro para tranquilizarlo.
- Oye, tranquilo, no me pasó nada, estoy bien. - Stiles le sonrió y su amigo hizo una mueca pero al fin dejó su griterío. - Tengo que irme, Scotty, hoy llegaré a la taberna de la esquina más temprano para llegar antes a casa. Ya sabes, la paranoia de papá aumentará aún más si es posible si no lo hago.
- Está bien, lo entiendo, hasta luego amigo. - se despidieron y Stiles salió en dirección al trabajo nocturno.
Stiles llegó más temprano a casa ese día y su padre no pudo haber estado más feliz de ello, le dio de cenar y lo mandó a la cama con una sonrisa gigantesca.
Stiles se encontraba abrumado y no podía dormir. Había otro lobo, otra amenaza para su pueblo, el que había lastimado a su mejor amiga, no, corrección, a su hermana. Pero Stiles estaba decido a hacerlo pagar por ello, se iba a vengar e iba a matar al bastardo que le había hecho eso a Lydia. Pero necesitaba ayuda, no sabía nada del otro hombre lobo pues no había ni rumores ni leyendas locales, y pensó en Derek.
Tendría que regresar al bosque y pedírselo.
Stiles lejos de sentirse asustado se sintió emocionado. Ya lo había decidido, al día siguiente por la tarde iría a ver a Derek. Sonrió y se quedó dormido, feliz.
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The boy in the red cape [sterek] {Superwolf}
FanfictionBeacon Hills siempre fue un pueblo lleno de peligros, y Stiles Stilinski lo sabía más que nadie. Su padre le pedía incontables veces que tuviera cuidado cuando caminara por el bosque, pues se decía ninguno que se hubiera topado con lo que ahí habita...