Obviamente, Debby.

Cap 18 / mejor bailamos

  POV DEBBY

— Buenos días mi niña— escucho la voz de Nina medio dormida.

— buenos días Nina.— digo estirándome.

— hoy es el gran dia.— me dice señalando el vestido que me colocare para la boda de Marcos y Vero.

— el gran dia. ¿que hora es?.

— como las 8 am.

— Nina,  a las 8:30 viene el estilita para arreglarnos a mi mamá y a mi.— dije sobre saltada.

— si, mi niña ya tu mamá esta lista esperándolo. Ayer llegaste tarde y quise dejarte dormir un poco mas.— me dice con una sonrisa picara.— ¿cuando le dirás a tus padres lo de Lucas y tu?

— creo que hoy,  hemos estado muy ocupados con la boda, solo tenemos una semana de novios.— digo con una gran sonrisa.

— te ves muy feliz.

— sí, Nina, Lucas es un caballero, me trata muy lindo, ayer después del cine fuimos a comer y caminamos, por eso llegamos tarde.

— y tu crees que tus padres no se dan cuenta de tu cambio. Ayer me preguntaron que si yo sabia algo.

— ¿que les dijiste?

—nada, solo que confiaran en ti.

— gracias Nina.

— de nada, ahora desayuna y báñate para que te arreglen.— me dijo ando palmaditas en la cama.

—ok, ok.— y le di un abrazo y muchos beso.

Nina salió de mi habitación y desayuné para bañarme y esperar que me arreglaran. Hoy era la boda de Marcos y Vero, ya todo estaba listo, el salón, la decoración, la iglesia, los vestidos, todo quedo muy bonito.

Ya estaba arreglándome, las uñas, el cabello el maquillaje la boda era al mediodía. Teníamos que estar listos temprano. Lucas llegaría directo al salón, se vería sospechoso que me viniera a buscar, mis papás empezarían a preguntar y no teníamos tiempo para eso. Todo marchaba muy bien, hasta que nos entraron los nervios a todos y la nostalgia.

Estábamos ya en la iglesia esperando que Vero llegara. Y a lo lejos vimos como se asomo el auto donde ella venía. Con un gran moño blanco que anunciaba que allí venía la novia.

Comenzó la ceremonia, primero entraba yo, para cortar la cinta y dar apertura al novio, el cortejo y la novia. Luego de 5 minutos entro Vero, hermosa como siempre, las lágrimas se ven correr por las mejillas de Marcos y Ella. Cuando llego al altar el pastor comenzó el matrimonio.

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Ya estábamos en la fiesta, Mi cuñada hermosa me coloco en la mesa donde estaba Lucas , gracias a Dios.

— Debby te ves bellísima.— me dijo mi novio mientras nos sentábamos.

— gracias, Lucas. Tu te ves muy elegante.—se veía muy guapo.

— bueno, tenia que ponerme a la altura de mi novia, ella anda por allí.

— ah, ¿si?. Ella es muy afortunada.— le seguí la broma.

— te amo.— no pude evitar sonreír al escucharlo.

— ¿bailamos?

—Debby, sabes que no bailo.

—¿ y el dia de la gala?

— bueno ese día tenia la mejor maestra, ademas allí nadie nos conocía.

— vamos, por favor— puse cara de puchero.— para que te relajes antes de hablar con mis padres.

— sabes que por mi ya tus padres sabrían.— Lucas me insistió muchas veces esta semana, pero me parecía que era el momento de Marcos y Vero.

— sí, pero no era el momento.

— hoy quiero que ellos sepan.— se me acerco lo suficiente como para sentir su respiración.— Me muero por ganas de besarte.

— Lucas.—mis mejillas ardían.

— mejor bailamos.— se coloco de pie y me extendió la mano.

Nos fuimos a bailar. Lucas y yo pasamos un buen rato bailando. Hasta que vimos que mis padres se sentaron, ellos tenían que recorrer todas las mesas saludar a todo el mundo.

— ya tus padres están en su mesa.— yo tome aire.

— ¿vamos?.

— tu me dices.— se ve muy guapo cuando quieres ser responsable. 

— vamos— afirme.

Caminamos hacia la mesa. A Lucas le sudaban las manos, estaba nervioso.

— papá, mamá, Lucas quiere hablar con ustedes.

— por fin, nos vana decir que son novios.— dice mi papá. Debby no te desmayes...

— ¿ya lo sabían?—pregunte.

— sí, hija una madre sabe cuando su hija esta enamorada.— dijo mi mamá. ¿se me notaba mucho?

— Señores, mis intenciones con Debby son las mejores. Estoy enamorado de su hija.— dijo Lucas tomando mi mano para besarla.

— gracias, hijo sabemos que eres una buena persona. Y creo que mi hija no puede estar en mejores manos.— dijo mi padre. Mi corazón se lleno de orgullo. 

— Gracias por confiar en mi.— contesto mi novio.

—ok, no fue tan difícil.— dije muy contenta.  

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