Obviamente, Debby.

Cap 15/ gracias, gracias, gracias.

Nunca han escuchado que hay música para cada ocasión, bueno esta música era perfecta para ir a la playa con un grupo de amigos, candado a todo pulmón.

La ciudad donde vivo que a 30 minutos de la playa. Y bueno allí estábamos Lucas y yo tarareando la música con las ventanas abajo, el viento movía mi cabello. Y llegamos a una playa muy bonita teníamos que caminar un poco del estacionamiento hasta la orilla del mar pero valía la pena el paisaje era bellísimo.

—Lucas esta muy linda esta playa.

— Mis padres me traían aquí cuando era niño.

— wow no sabia ni que existía.

— decíamos que era un secreto familiar, un paraíso oculto solo para nosotros, aunque sabíamos que no era solo para nosotros, pero así lo creíamos mi hermano y yo.

Creo que no les había contado que Lucas tiene un hermano, es menor que el por 3 años. Él se fue a vivir al extranjero enseguida terminó el bachillerato, se casó muy joven con una chica que conoció en la universidad. Todo esto me enteré gracias a facebook. Y bueno los padres de Lucas son muy lindas personas, luego que Lucas y su hermano se fueran a estudiar al extranjero ellos se mudaron a una casa fuera de la ciudad mis papás y los de Lucas son buenos amigos.

Nos instalamos en la sombrilla y las sillas, me gustaba estar con Lucas.

— vamos.— Me dice Lucas quitando su camiseta y señalando el agua.

— cla-claro.— me quite la ropa que llevaba encima de traje de baño y salí corriendo.— alcánzame.

Pasamos toda la mañana jugando en el agua, caminamos por la orilla de la playa y tomamos sol. No parábamos de hablar Lucas es muy inteligente, sabe muchas cosas porque le gusta leer.

— ya tengo hambre, ¿que hora es?.— me pregunta Lucas.

— em, dejarme ver.— y tome mi celular.— son las 2 de la tarde. Yo también muero del hambre.

— vamos a recoger todo y no vamos a comer, viniendo vi que el restaurante donde siempre íbamos después de la playa con mis papás todavía existe.

— esta bien.— comenzamos a guadar todo.

Caminamos hacia el auto y nos dirigimos al restaurante. Era un sitio playero, familiar, con vista al mar. Lucas pidió una mesa que estuviera cerca del balcón, de allí se veía el mar. Pedimos la especialidad de la casa que era un arroz a la marinera una limonada frappe para mi y una soda para Lucas.

— Debby, yo quería hablar contigo.

— dime.— Lucas tomo mi mano, las suyas estaban muy frías y sudadas.

— bueno.— trago grueso y me miro a los ojos. —Debby, tu me gustas.

Ok, creo que en ese momento se puso blanco con un papel empece a sudar más. Lucas Rizzo mi amor platónico de infancia se me estaba declarando.

— Lucas, yo...

—Debby, no me digas nada. Solamente te pido que me des la oportunidad de conquistarte. Dame tiempo para conocernos como mas que amigos. Se que todo esto es muy confuso, yo también lo estoy. Desde que te vi otra vez me pareciste encantadora, ya no te puedo ver como la hermanita de mis mejores amigos, ahora te veo como la mujer más extraordinaria que he visto y conocido. — sus palabra tocaban cada fibra de mi ser.

— Lucas....

— si quieres tiempo para pensarlo está bien. No creas que te estoy presionando, yo solo...

—no, Lucas escucha.— tome aire.— tu también me gustas. Todo esto me parece increíble, últimamente hemos pasado mucho tiempo junto y eso me ha hecho reforzar esto que he sentido por ti.

— ¿reforzar?

— si, Lucas cuando era niña me moría por ti. Eras mi amor platónico. — una lagrima corrió por mi mejilla

— Debby, no puedo creerlo.— llevo su mano a mi cara para limpiar con su pulgar la lagrima.

— y sí, si te quiero dar la oportunidad.

— gracias, gracias, gracias.— me dijo y beso mis manos.— veras que no te arrepentirás.— yo solo podía sonreír al ver que Lucas sentía lo mismo que yo. esto es como un sueño.