Tiempo detenido.

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Al otro día de haber estado con Emily.

Desperté y Samantha estaba a mi lado durmiendo, me senté en la cama con mis brazos encima de mis piernas, sonreí mientras la miraba durmiendo, sin embargo mi sonrisa no duró demasiado tiempo, por alguna razón el recuerdo de Emily, de su bebé y que estuviera sola me hacía preocupar.

Cariño estás bien?- dijo Samantha despertandose

Sí, claro, vuelve a dormir.- le dije mirandola

Samantha entornó los ojos, se escabulló en la cama y se sentó a mi lado, colocando su cabeza en mi hombro.

Me dirás que pasa?- pregunto mirandome

Nada, no pasa nada- respondí sin mirarla

Y es que había pasado apenas unas horas y ya me atormentaba otra vez el recuerdo de Emily.

Sam decidió no insistir y seguir con la mañana, luego pasamos por mi madre y fuimos al mall como habíamos quedado.

Pasaron dos meses y medio, Samantha y yo seguimos con nuestras vidas adelante, no volví a ver a Emily apesar que ella seguía enviando mensajes y llamandome al celular, ignoré todo. Y realmente, no sabía por qué no quería tenerla en mi mente.
Samantha encontró un trabajo de tiempo completo como recepcionista en un hotel del centro, de 8 am hasta las 8 pm de lunes a jueves. Con respecto a mi, conseguí un empleo en un cafetería de las 8 am hasta las 12 pm, luego tengo unas horas libres antes de entrar a la universidad desde las 3 pm hasta las 9 pm de lunes a viernes.
Mi madre y mi padre siempre nos invitaban, a Sam y a mi, a comer a restaurantes con ellos. Nos llevábamos muy bien entre todos y Sam se sentía a gusto con la familia.

7 am//día jueves cualquiera.

Sam salió de la ducha y se vestía, yo hacía el desayuno por mientras, luego me bañé y ella ponía la mesa mientras. Me vestí, y tomamos desayuno juntas.

¿Que hora es cariño?- me preguntó cuando estabamos tomando nuestro café.

Tomé mi celular. "3 llamadas perdidas; Emily. 1 mensaje sin leer". Miré la hora.

8:30- dije sonriéndole y dandole un sorbo a mi café.

Sam me miró, sonrió y acercó su mano poniendola encima de la mía.

Deberíamos adoptar- dijo Sam con una sonrisa y buscando mi mirada.

La miré confundida y sorprendida. No sabía a qué se refería.
Me callé y le hice un gesto de confusión. Ella sonrió.

Deberíamos adoptar un perrito, somos más que amigas y debemos dar un paso más- dijo sonriendo- creo que podremos hacernos cargo de uno.

La miré y sonreí, por dentro mi corazon explotaba, ella estaba diciendo que eramos mas que amigas, eso me emocionaba.

Sam, podemos tener un cachorro, pero no es cosa fácil, hay que darle tiempo, amor y muchas cosas más- dije sonriendole- casi ni pasamos en casa.

Sam me miró haciendo un puchero.

Porfavoooor- dijo levantandose y abrazandome- porfi porfi porfi

Sonreí por su ternura.

Okay, lo iremos a ver el sábado- dije riendo.

Ella me miró con dulzura y rió, luego se paró y me dió un pequeño beso en la boca. Lurgo fue a su habitación.
Le dí un último sorbo a mi café y me textee con una amiga de la universidad llamada Lacey, una chica dulce y sonriente, tenía el cabello oscuro y los ojos negros, era delgada y vestía de colores pastel todo el tiempo. Se había convertido desde el primer momento en mi gran amiga de café, tenía un novio y eran muy felices, ella sabía sobre Emily y sobre Samantha, era mi amiga.

La amistad se convierte en amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora