Aumenté mi velocidad lo más que pude, pero, dentro de poco sabía que me iba a cansar y terminaría parando y además las puñeteras bolsas ralentizaban mi velocidad. Estaba aterrada, ¿porqué me estaban persiguiendo? ¿Me iban a secuestrar? ¿Quien querría llevarse a una insulsa muchacha? ¿Sería un violador? Oh dios mío.
Mi respiración era irregular y el corazón se me iba a salir por la boca. Decidí desviarme del camino y adentrarme en algún callejón.
Y tal y como hice, al doblar la esquina de la interminable calle, encontré un callejón que pensé que me sería útil para esconderme, y así lo hice. Me escondí en la oscuridad del pequeño callejón con mis bolsas. Con sumo cuidado y silencio me agaché hasta el suelo y posé mi vista al final de la boca-calle. Y de repente apareció el supuesto...¿Pero qué cojones? Dawson estaba buscándome con la mirada al final de la calle mientras sonreía e intentaba tranquilizar su respiración. Empezó a mirar a sus lados, observando dónde se encontraba, hasta que miró hacia el callejón.
Sin pensarlo dos veces, me levanté. Este me vió sorprendido, ya que no me había visto hasta ahora.
- ¿¡Tú te entrenas para ser tan corbello o qué?! ¡¡¡ Cretinoide me has asustado!!!- la dije mientras cogía mis bolsas y me dirigía hacia él.- ¿Para que leches me estás espiando a estas horas? ¿ Es que acaso te pagan por espiarme?- le dije enfadada mientras dejé las bolsas en el suelo y comencé a pegarle puñetazos en los brazos y en el pecho de mi supuesto perseguidor.- Te he dicho que me dejes de una maldita ves estúpido imbécil.- de repente me agarró de las muñecas y soltó una pequeña risa.- Esto no tiene gracia Dawson, me has dado un susto muy grande.- dije intentando zafarme de su agarre con tirones.
- Solo quería hablar contigo.- dijo este mirándome divertido, esto no tiene ni una pizca de gracia ¿es que no se da cuenta de lo que me ha hecho?
- Pues para eso podrías haberme llamado y así no hubiera pensado que eras un secuestrador un borracho o un violador que vagan de calle en calle,¿estás loco o que?- dije gritándole mientras le mostraba mi gran cara de enfado. Él solo me observó detalladamente y una risa saltó de su boca para colarse en mis oídos.
- Está bien, de acuerdo, no te enfades, sé que debería haberte llamado, pero esto era más emocionante.- dijo... ¿disculpándose? No, me parece a mí que no, este chico no sabe qué es pedir perdón. Es lo más creído que me he echado a la cara.
Aproveché para zafarme de su agarre de un tirón brusco y cogí mis cosas, sin decirle palabra alguna.
- Eh, ¿a dónde te crees que vas?-dijo el simio, ¿se puede ser más idiota?- te he dicho que tengo que hablar contigo.
-¿Dónde se supone que tengo que estar ahora, Dawson? Pues en mi casa ¿No ves lo tarde qué es? Hace frío y he ido a casa de Clarie a por mis cosas.- dije enarcando una ceja.
- Pero si Clarie está con Jackson.- dijo este sonriendo, burlándose de mí mientras ponía una cara perversa.
- Cretinoide, su hermano Connor me ha abierto,- dije rondando los ojos.- debería haberme quedado con él...- continué bufando.
-Oh, italiana, me ofendes.- dijo el simio poniéndose una mano en el pecho, como si estuviera ofendido.
-Me importa una mierda lo que te pase a tí, idiota.- dije volviendo a coger mis bolsas y me abrí paso dándole con mi hombro en su brazo a posta, para apartarlo.- Adiós, Dawson, si quieres hablar, háblame mañana. Me hice paso ante él y cuando iba a empezar a caminar me agarró del brazo.
-Pues hasta mañana, Bella.- dijo con voz burlesca pero a la vez, ronca. Sentí su mirada en mí y un escalofrío recorrió mi espalda cuando se despidió, pero supongo que sería el frío, estaba empezando a haber viento y las nubes avecinaban una tormenta. Esto era muy extraño.