CAPÍTULO SIETE:

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Esa voz sigue en mi cabeza, ¿por que habla de los chicos así?
¿que es lo que sabe él de ellos?
¿quien carajos es él?
No entiendo nada, lo mejor es actuar normal por ahora, no quiero preocupar a los chicos.

Alfred- ¿en que piensas Alice?
- nada importante, es solo que, la biblioteca es grande, ¿Alexander sabrá donde estamos?
Alfred- si no te preocupes por eso.
Robert- bajen él tono de su voz o los regañaran.
- lo siento.

Llegamos a un cubículo era grande para seis personas, él asiento era muy como y era privado, me parece un buen lugar para estudiar.
Sacamos los libros y comenzamos a hacer mas apuntes, Alexander llego sonrojado, me pareció mejor no preguntar, se pondría algo incomodo y mas estando en la biblioteca.
Se acoplo muy rápido, decidí hacer una pregunta aunque fuera inocente.

-Alexander...
Alexander- ¿que pasa Alice?
-¿que paso con Osiris?
Alexander- bueno ella solo vino para comprobar que estabas aquí y después se fue a hacerse cargo del submundo.
- ¿solo eso?
Alexander-¿pues que mas querías escuchar?
Alfred- rindete Alice, no conseguirás lo que quieres
- tienes razón alfred, es mejor estudiar.
Alexander- oye Alice, cambiando de tema, no se como responder a esto- me señalo una pregunta en su cuaderno.
- oh bueno eso no esta en los libros necesito ir por otro.
Alexander- ¿quieres que valla por uno?
- no, es que no se como se llame, mejor lo busco yo lo encontraré mas rápido.
Robert- ¿quieres que te acompañe?
- no esta bien, es mejor que anoten lo que les falta de mis cuadernos

Me levante de mi aciento y fui hacia las estanterias de una materia en especifica, filosofía en este caso.
Me sorprende que a pesar de vivir tanto tiempo no entienda algo... Un momento, él maldito quiso que me fuera!! Pero al principio se ofreció pero tal vez sabia que lo iba a rechazar y Robert? Bueno tal vez él no lo sabia, pero por que no voy a espiar?
Y si se dan cuenta?
Tendré que arriesgarme.
Al dar unos pasos los escuche

Alfred- di la verdad Alexander
Alexander- no se de que hablas Alfred
Alfred- no mientas, sabes muy bien la respuesta de esa pregunta ¿por que hiciste que se fuera?
Robert- puede que piensen que no me di cuenta, pero hasta yo se que eso fue extraño.
Alexander- ah, bueno, lo que pasa es que Osiris en realidad vino por que él submundo esta en crisis, los elfos,duendes,hadas,arpías,centauros, incluso los demonios saben que ella reapareció y quieren respuestas, quieren comenzar una rebelión hacia la nueva reina humana.

Yo... En realidad no sabia lo grande de esta situación, no lo,tome en serio, creí que... Una parte de mi creyó que solo era una mentira más, pero ¿una rebelión? Si es algo tan importante deberían decírmelo, acaso ¿no confían en... Mi?
Comenze a recordar lo de aquella voz, que no confie en nadie, mucho menos en ellos, ¿acaso sabrá algo que yo ignoro? Bueno, es claro que aun ignoro demaciadss cosas pero...

Él ataque de un recuerdo, es borroso, se puede ver rogizo estoy mareada, alguien viene a rescatarme es un incendio! Pero, no puedo ver su rostro, me toma en brazos y sale de ahí sale de... Mi habitación, comienza a decir algo pero no puedo oír, estoy desesperada todo se nubla a mi alrededor...

- ¡Alice!

Ese llamada me despertó de alguna manera, me doy cuenta que sigo en la biblioteca, detrás de las estanterías con él libro que necesito, los chicos no se han dado cuenta que estoy aquí, pero entonces...¿de quien era la voz?
Decido salir de ahí, Robert me ve y sonríe, como siempre, pero no estoy segura de poder seguir confiando en ellos de igual manera, de algún modo es como si me traicionarán.

Alexander- ¿encontraste él libro?
- si aquí esta- se lo di, pero no puedo mirarlos a la cara.
Alexander- gracias Alice.
Robert- tardaste un poco ¿no crees?
- ¿te parece? En realidad es solo que estaba demasiado alto, necesite ayuda para bajarlo.
Robert- en ese caso nos hubieras llamado,¿acaso no confías en nosotros?- esa pregunta retumbo en mi mente, trate de abrir mi boca, pero si en realidad decía algo que los pudiera lastimar no me lo iba a perdonar nunca.
- que cosas dices Robert jaja, es mejor estudiar en vez de estar hablando.
Alfred- si tienes razón, ¿Alice me prestas tus apuntes de sociología?
- si claro.

Esto es un poco difícil, pero de alguna manera logro actuar, aunque se que se terminaran dando cuenta que los comienzo a evitar.

Cuando salimos de la biblioteca estaba obscuro, hacia frío y estaba lloviendo a mares, conclusión: era un día tenebroso.
Solté un suspiro al cielo, estos días me gustaban, de alguna manera logran relajar toda mi atención y hacen que la sangre fluya con mas facilidad, así me parece a mi.
Al tratar de dar un paso hacia fuera Robert tomo mi brazo, negó con la cabeza y sonrió, después Alfred abrió un paraguas y se acerco a mi.

Alfred- te acompañare hasta tu habitación.
- no hace falta alfred si me apresuro talvez...
Alfred- vamos, no dejaré que te mojes Alice.

Comenzamos a caminar entre la lluvia, él paraguas era demasiado grande para que ninguno de los dos se mojara.
Llegamos a la habitación, lo invite a tomar algo como cortesía por traerme pero se negó y se fue, supongo era lo mejor, no puedo seguir fingiendo que todo esta bien las lágrimas me piden salir, pero ¿por que? Desde que llegue a este lugar jamas senti la necesidad de llorar, ni siquiera ante los insultos, pero ellos... Ellos ignoraron toda barrera que yo había creado y me dejaron débil, sintiéndome mas sola de lo que ya estaba, ¿pero por que no confían en mi? Él futuro de miles o millones de criaturas esta en juego por que yo no recuerdo nada!!
Sin querer las lágrimas salían a mares, él maldito nudo en la garganta que se siente peor que si te estuvieran apuñalando, ellos no logran entender como me siento, y por demás, los exámenes son mañana y pasado mañana entro de nuevo a la preparatoria, esto va a hacer toda una tragedia en mi ser.

Me quede dormida llorando ya que me quede sin fuerzas, pero pude ver a una silueta acercarse a mi, trate de decir algo pero no podía, creo que a esto es a lo que llaman *parálisis del sueño* no podía siquiera moverme o parpadear.
Se acercaba a mi, no podía reconocerle, hasta que me toco con su mano, esa sencacion era familiar, era acogedora, parecía como si fuera Alfons, pero algo lo hacia diferente, hasta que hablo mis dudas se fueron completamente.

-mi señora, cuanto tiempo eh esperado su regreso, y ahora esta aquí rodeada de caninos estúpidos, volveré a verla pero en otra ocasión, sea fuerte y espere...

Mi pequeño gran zorroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora