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Park Jimin andaba muy raro últimamente. Desde ese día en que me preguntó si ya estaba listo. Lo estaba, pero jesús, no para el dolor. Era abiertamente gay, él me encendía en más partes de las que podía reconocer. Pero era tan pronto. Sólo habían pasado dos meses desde que le dije que quizás me atraía desde siempre.

No había sido fácil. Luego lo de mamá, luego Yegun, luego me pidió salir. Todo ha ido como un rayo y yo necesitaba ir más lento. Quizás tenía razón. En cuanto a vivir juntos, fuimos muy rápidos.

Antes de que él se fuera al trabajo, lo abracé y me atreví a decirle que lo sentía.

-Debo irme -su tono tan frío era tan raro. Él nunca era así. Me dejaba pensando cosas tristes.

-Quiero hablarte de...

-En la noche. ¿Ok? -asentí callando. Eso me dejó aún más triste-. Adiós, Yoon.

Suspiré agotado cuando cerró la puerta. ¿Qué pasaba? ¿Él se había cabreado de esperar? ¿Era esa clase de idiota? Me sentí tan inseguro.

Me distraje cocinando algo para él. Hablaría de esto cuando llegara, sí o sí. Lo quería, quizás mucho, y no iba a perder algo tan especial por una tontería.

En la noche, llegó silencioso. Salí del baño, ya que me terminaba de arreglar el cabello. Me había vestido más arreglado para él. Cuando me vió, evitó totalmente​ mirarme a los ojos. Estaba pegado al suelo. Eso me asustó. Ahora sentía miedo, no sentía eso desde que papá usó su cinturón en mí.

-Siéntate. Tenemos que hablar -murmuró sin mirarme y aún concentrado en su café.

El tono frío que uso no me pasó desapercibido. Llevaba siendo así de pesado una semana. Además de molestarme, me dolía horrible. Juro que nunca, en los años que nos conocemos, me había tratado así. Sin saber que acontecía tanto misterio, me senté. Luego de beber un vaso me acompañó a un lado. El "tenemos que hablar" de pronto se dio miedo y temí por la relación.

-Creo que hacer esto estuvo mal -empezó a decir.

El corazón se contrajo en mis costillas, pidiendo salir para evitar más daño. Creí posible poder vivir sin ese órgano tal vital. El miedo era real. Yo estaba tan acostumbrado a él. Joder, lo quería en serio. Pero mentí y le hice creer que no pasaba nada.

-Forzar a que ti te gustaran los hombres...va en contra de todo lo que creía. Naces o no naces -tosió un poco, seguramente tenía los nervios agarrados a su garganta-. Ayudé a que sacaras tú verdadero tú. Pero siento que estuvo mal.

Ahora entendía a donde iba él.

-Pero... -uise hablar pero soné muy mal-. Ya lo dije antes, Jimin. Siempre fui así. Tú sabes mi historia, mierda. Sólo necesita un empujón.

Negó.

-Siento que te forcé. No estuvo bien. Nunca he forzado a nadie, Yoon.

Tragué duro y obligué a mis ojos no derramar gotas. Sabía a donde iba él. Sabía lo que querían transmitir sus palabras. Era el comienzo de un fin. Mi pequeño pedazo de cielo llegaba hasta ahí.

-Lo siento tanto, Yoon. Pero es mejor así.

No pude evitarlo, dios.

-¿Esto es porque no abrí las piernas? Creí que no eas así, Jimin.

-No, mierda, no. No se trata de eso. Es lo que hay detrás. Sólo puedo pensar que te forcé a esto. Ya sé que tú y tu historia, pero no he dejado de pensar que serías tan feliz con una mujer. Estoy seguro que si lo pruebas, terminarás con una y sabrás que yo tenía razón.

DAMN STRAIGHT ✿ JIMSUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora