Game Over | Sysack.

Capítulo 7~

Lo lamento señora ya no podemos hacer nada más, solo queda esperar.

-No! No pueden hacer esto, pagué mucho dinero para salvar a mi hijo, ustedes tienen que hacer algo, MALDITA SEA!

-Madre, por favor cálmate; no hagas esto más difícil...

Andy abrazo a su madre con todas sus fuerzas mientras los dos compartían las lágrimas del dolor que estaban sintiendo en el momento.

Salieron de la clínica dirigiéndose a su hogar, las horas pasaron muy rápido y lo único que querían los dos era dormir... Dormir profundamente y olvidar el mal día que pasaron.

Pero eso no fue posible para Andy; otro de sus jodidos dolores de cabeza lo estaba consumiendo por completo acompañado de insomnio.

Sin embargo, eso no impidió que dejara de pensar en su pequeño.

Él siempre fue su prioridad y lo seguiría siendo hasta su último día.

Con todas sus fuerzas logro levantarse de la cama, el dolor había bajado un poco pero no del todo.

Fue al ordenador y lo prendió para conectarse al juego y así hablar con su amigo.

No tardo mucho en responder. Andy le dedico una de sus sonrisas pero Oliver... Ni siquiera se la devolvió.

-Oli... ¿Cómo estás?

-Me dejaste.

-No te deje... Yo...

-CÁLLATE!, dijiste que estarías conmigo para siempre. Te necesite durante todos estos días y no estabas... Eres un mentiroso, como todos.

-No lo entiendes... Oliver tú no eres el único que tiene problemas. No solo pienses en tí, no lo hagas... Solo no seas egoísta.

Dijo muy débil con falta de aire, otra vez no podía respirar normalmente, ya no.

-Tu mismo me dijiste que no tenías nada! ¿También mentiste con eso?, porque si lo hiciste, bueno; Eres una mierda.

Cada palabra que el menor decía era otra apuñalada en el corazón para Andy.

La persona que amaba lo estaba tratando como un mentiroso, al igual que todos.

Pero no... No era así, Andy era una persona muy noble y muy fiel, jamás mentiría... Mucho menos a él.

-No digas eso...

-Es la verdad y creó que no quiero volver a verte. No quiero ser amigo de alguien así... Eres como todos, justo cuando pensé que eras diferente.

Ya no dolía su cabeza, ya no le importaba que no tuviera las suficientes fuerzas para levantarse y que también tuviera dificultad para respirar. No era la enfermedad la que lo estaba matando, era Oliver él que lo hacía sentir impotente. También el que logró que su corazón se rompiera en pedazos.

Lo estaba destruyendo aún más.

-Oliver, ¿podemos vernos?... Por favor, solo una vez..

-Estas loco... Vives demasiado lejos.

-No me importa gastar todo el dinero que tenía ahorrado para...,Ya no importa. Por favor solo quiero verte... Te lo suplico.

Oliver en verdad quería sacarlo de su vida, pero estaba suplicandole con unas inmensas ganas de llorar.

Tenía que aceptarlo, porque sentía algo aún en su podrido corazón.

-Esta bien...