Sentía la mirada penetrante de los otros dos que compartían celda conmigo, eran unos completos imbéciles que podían hacer conmigo lo que quisieran y yo no podía defenderme, ya que eran bastante grandes.
Tenia la mitad de la cara hecha una mierda por los moretones y rasguños recientes acompañado de un parche en el ojo dañado.
Las celdas se abrieron y note que los reclusos se dirigían al mismo sitio.
Estaba confundido pero tenía que seguirlos ya que me lo ordenaron.
Me encontré con un chico como de veinte años con la misma condición que yo, pero al verlo mejor el estaba peor que yo.
Decidí preguntarle y el se asusto pensando que le haría algo.
Lo calme y me susurro ya que no podía hablar tan fuerte.
-vamos a...bueno, tenemos que ir a la hora del almuerzo pero... antes, debemos ir a las duchas..
Antes de que mencionara las duchas comenzó a temblar y a cortar más su voz.
-Oye... ¿Estás bien?
-no, aquí nadie esta bien, es mejor que..eh, cuando entras aquí estas completamente muerto, eres lindo... solo, lo siento..
-¿De qué demonios estas hablando?
-¡AQUÍ NO HAY ESCAPÉ!
Grito haciendo que los demás voltearan y se burlarán de la estupidez que había dicho, claro que no hay escape, es el infierno.
Se avergonzó y regreso corriendo a su celda.
Me forme para que me entregaran la toalla y los accesorios para ducharme.
Luego, tuve que formarme otra vez para pasar a la regadera.
Lo más incomodo, es que tenía que ver a hombres gordos y asquerosos desnudos.
Cuando fue mi turno, tuve que desnudarme con mucho miedo, estaban viéndome mientras reían, que demonios les pasa.
Me fije en mi cuerpo y no encontré nada de malo, solo mis tatuajes.
Los ignore y me enfoque en el agua que caía, al menos estaba tibia.
Cerré mis ojos para que no entrará el agua, unos brazos rodearon mi cintura lo que hizo que saltara y que abriera los ojos de golpe.
Tres hombres bastante fornidos me rodearon, dejando pasar a un señor bastante horrible.
Él me dedico una sonrisa.
Los tres me sujetaban con dureza poniéndome de espaldas.
Comenzaron a tocar mi trasero, intente safarme e irme corriendo pero me pegaron más a la pared lastimándome.
Pude sentir como volvían a tomarme de la cintura, al ver las manos arrugadas era el mismo señor.
-Nunca te había visto por aquí, al parecer eres nuevo... - su voz ronca se adentraba a mi mente.
-Déjame ir.
-Oh no, eres demasiado sexy y acabas de llegar, me pones tan caliente...
Restregó su pene en mi trasero y sin precio aviso la metió de una haciéndome soltar un grito desgarrador.
Comenzó fuertemente las embestidas haciéndome gemir aún más, no me gustaba pero dolía demasiado. Quería destrozarme por completo.
A nadie parecía importarle porque nadie hacía al respecto.
Se vino dentro de mí y lo saco mientras otras se sus horribles sonrisas de oreja a oreja apareció.
-Lo has hecho bien.. Lastima que... Bueno, no importa.. Diviértete.
Los demás se fueron a la hora del almuerzo dejándome solo a mí.
No pude evitar que otras vez las estúpidas lágrimas me atacarán.
No tenía apetito, regrese a mi celda para dormir y olvidarlo todo, no seria posible pero al menos podía calmarme y desaparecer por un rato.
(...)
Las semanas pasaron rápido, perdí el apetito de todo, no me moleste en comer más. Mucho menos en ir a las duchas, si iba a morir... Seria ahí donde nadie pudiera molestarme más.
Tuve que ir a la enfermería, me revisaron todo, porque no me sentía tan bien como antes. Luego el doctor me toco el hombro y su expresión era fatal, sabía que diría algo malo... Lo era.
Me diagnosticaron SIDA y estaba en fase uno. Preparándome para todo lo que me esperaba.
Cuando llego a mi mente no pude creer que Andy pudiera vivir de esa manera, es tan horrible... Prefiero matarme ahora mismo a seguir soportando todo esto.
Lo peor, pasaría el resto que me queda de vida encerrado.
Luego de que me dieran la noticia, un oficial me entrego una carta... Dijo que debió hacerlo desde ese día, pero su memoria era pésima.
No la había abierto, tenía miedo de su contenido... Pero ahora, tuve el valor de hacerlo porque la angustia me estaba matando.
Era de Andy.
Oliver.
Bueno, si estas leyendo esto es porque probablemente estoy muerto. Tal vez me odies, espero que no porque eso dolería como no te imaginas. Creó que una apuñalada o pegarte en el dedo chiquito del pie dolería menos a un "te odio" de tu boca.Escribo esto porque realmente lo siento, lo hago exactamente en la madrugada... No entiendo como puedes dormir tan profundamente y yo no. Pero te vez lindo.
Desearía saber que estas soñando, espero que en mi.
No quiero que me odies por lo que hice, mi amor, te amo y perdón por no demostrarlo lo suficiente.
No hace falta decir todo lo que me gusta de tí porque te haría una lista infinita.
Hice lo que mi corazón dijo que hiciera, y lo pensé... Tenía razón.
No soy malo, solo quería que todo estuviera bien y vivieras sin miedo.No podía permitir que todos te humillaran o golpearan, no se como es la cárcel pero estarás seguro, espero que estés seguro en verdad, solo no quiero que sufras más.
Por favor Oli, perdóname.
Te estaré esperando, te esperare para siempre.
Te amo, hasta luego.
Sus ojos se encontraban rojos por todas las lágrimas que cayeron al leer, en ninguna parte estaba seguro, mucho menos en la cárcel.
Andy no sabia, no sabía nada.
Excepto una cosa.
Que definitivamente se encontrarían y no tendría que esperar mucho para eso.
....
Bueno, hasta aquí termina la historia.
En verdad me alegro que la hayan seguido <3
Muchas Gracias!
Nós leemos después. :^)
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Game Over | Sysack.
FanfictionEn donde Oliver juega en online y conoce a una persona que le cambiara la vida.