Game Over | Sysack.

Capítulo 8~

-Hijo, ¿estás seguro de esto?
No puedes viajar en esas condiciones... Puede pasarte algo...

-Estaré bien Mamá, tienes que dejarme vivir lo que queda, esto siempre lo he querido hacer.

-Solo cuídate hijo, te amo.

Andy le dio un pequeño beso en la mejilla y la abrazo.

(...)

Llego al aeropuerto, sus manos estaban sudando por los nervios y la emoción que sentía. Por fin después de tanto tiempo vería a su mejor amigo, su pequeño y su razón por la cual vivir era un privilegio.

En el mal momento se comenzó a sentir débil y en ocasiones volvían los dolores de cabeza. También la tos seca  que se había tardado en volver a aparecer.

Pero él era fuerte.

Su enfermedad no le impediría seguir. Tenía que conocer a la persona detrás de la pantalla.

Quería tocarlo al fin. Pasar sus suaves manos por todos esos tatuajes que llevaba el menor y a la vez por su sedoso cabello.

Pero lo que más quería... Era probar esos hermosos y apetecibles labios.

Camino junto con su mochila llevando algunos cambios de ropa. No se quedaría mucho, solo lo suficiente.

Se encontró con un espejo y se observó por última vez antes de subir al avión.

Su piel estaba muy pálida; más blanca que la leche. Y sus ojos azules resaltaban con un brillo que lo hacían lucir realmente atractivo. Su cabello no estaba tan largo pero tampoco tan corto, simplemente perfecto.

Había perdido peso en los últimos meses. Sus clavículas se notaban a través de la tela de su playera de manga larga color negra.

Arremango un poco su manga y con sus dedos rastreó la cicatriz bastante grande llegandole el recuerdo del porque lo había hecho.

Volvió a la realidad cuando escucho que su vuelo estaba a punto de salir, ya era el momento.

Solo tardaría unas horas en llegar y entonces llamaría a su amigo para que viniera por él.

Mientras tanto Oliver...

No se decidía que ponerse, quería llevar un traje pero realmente estaba exagerando. Entonces solo optó por ropa casual como la que acostumbraba a usar.

Espera pero.. ¿Por qué hago esto?, no es que me interese...

Pensó en voz alta.

Solo lo vería y actuaría normal. Como si la persona a la que fuera a ver sea otra más del montón de idiotas.

Lo dejo... Lo dejo cuando más lo necesitaba. Así que no tiene porque importarle.

Era lo que repetía cada vez que pensaba que Andy era una increíble persona.