Narra Melissa:
—¡Amyshel! —grito a su lado.
Sus ojos se cerraron voluntariamente y por necesidad del dolor, no lo dudo, pero no puedo dejarlo sangrar y morir en manos. No se si soportaría otra muerte más y por mi causa.
Estos son los momentos en donde la culpa se abre paso en mi cabesa; sino me hubiese salvado, él no estaría aqui. Sini hubiese roto la escotilla, no estaría sangrando en este instante.
Me apresuro a presionar su herida sin saber que hacer. Miro a todos lados. Sixcen ha desaparecido, pero mi esperanza no. Comienzo a gritar sin limites hasta que de pronto alguien aparece.
Una chica joven, rubia con rostro firme se encuentra a unas calles y levanta su arma hacia mi.
— ¡Le han herido, por favor, ayúdame! —le pido casi a suplica.
Se acerca lentamente y me observa, me analiza y luego extrañamente me ayuda sin dudar. Pienso que de no ser Melissa Heivell, quizá no me este ayudando.
Levantamos a Amyshel con nuestros brazos y lo arrastramos hacia donde ella me guía. Sostengo a Amyshel mientras calles más adelante ella hace aparecer un domo aobre nosotros y una especie de puerta en el. Ingreso con Amyshel y la puerta se cierra tras ella.
Una sensación recorre mi cuerpo, no decifro si es mala o buena, aún asi me hace sentir insegura.
—Tenemos médicos. —indica la chica volviendo a sujetar a Amyshel de un brazo.
Es como un espectáculo, las personas asomándose de sus casas para observar el rastro de sangre que Amyshel va dejando. Ingresamos en una pequeña casa blanca y poco cuidada, allí la chica llama a un tal "Felix" y al instante aparece un señor bastante mayor.
Él observa la situación con sorpresa y luego observa mi rostro desconocido para él. Se sorprende aún más. Quizá soy más conocida de lo creo.
Indica que vayamos a una habitación, colocamos a Amyshel en una camilla y el señor se lava rapidamente las manos.
—Por favor, ayudelo. —suplico con desesperación.
El señor se acerca a Amyshel e inspecciona su herida. Su rostro de duda me da miedo y luego un abismo me invade cuando Amyshel comienza a sacudirse de un lado a otro. Convulsiona.
—¡Olivia! —la hace reaccionar el hombre.
Ella asiente con la cabeza luego de salir del trance que mirar a Amyshel provoca y trae un desfibrilador portátil.
Se esta muriendo y solo me limito a observar con impotencia.
La chica le da varias descargas a Amyshel pero nada, no hay respuesta. Me he despedido de personas queridas, yo misma he provocado esas despedidas, sin embargo no estoy lista para despedirme de Amyshel Sporks. Lo considero un amigo fiel.
Hacen varios intentos, respiración boca a boca, desargas...pero nada. Su cuerpo se detuvo, se ha quedado quieto, detenido como su pulso.
El hombre me mira lamentado quitandose los guantes de las manos.
—Lo lamento, señorita Heivell —menciona alejandose del cuerpo.
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DEL OTRO LADO [Libro #2]
FantascienzaSegundo libro de Destino. Año 2036 En ForestCity se viven dias de falsa calma, mientras que en la ciudad se desata la rebelión. Los secretos comienzan a salir a la luz mientras Melissa se encarga de cambiar el rumbo de su destino, tratando de...