Capítulo diez: Pasado

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"Contigo no tenía que fingir del todo.
Contigo podía ser yo misma, después de todo"

Alexis

No lo hagas.

No atrevieses esa puerta, Alexis.

Me dije a mi misma, intentando controlar el impulso de entrar a la cafetería y echarle a perder la cita a Bastian con su novia pero como muchas veces me dije, ella no era con la persona que estaba jugando ni con la persona que quería llegar a conocer demasiado. Ella no tenía la culpa de nada más sin embargo sabía que ella saldría lastimada con este juego que estaba jugando.

No lo hagas, Alexis.

Vi mi reflejo en la puerta de vidrio, mi cabello esta bien peinado como siempre lo ha estado al igual que el resto de mi. Si alguien me viera diría que soy la perfección en persona, claro que era otra mascara más.

- ¿Alexis?

Cierro los ojos. La persona que esta detrás de mi no es alguien a quien deseo ver o saber en estos momentos y menos estando con Bastian a pocos metros de mi.

-Dios, eres tu -dijo entusiasmado.

No, soy una copia de Alexis. Que ridiculo.

Me di la vuelta sonriendole al extraño que estaba justo en mis narices. No podría haber imaginado que el hijo del presidente del corporativo donde mi madre trabajaba estuviera enfrente de mi con una gran sonrisa. Muchas veces desee que ella nunca le hubiera hablado de mi, porque siendo sincera, él era un dolor en el trasero.

-Oye tu...

Ni siquiera puedo recordar su nombre.

-No me sorprende para nada que mi nombre no te haya quedado. Tu mamá me dijo algo sobre no recordar los nombres de los demas. -Sonríe como si eso fuera a enamorarme, como un tonto atraído hacia una persona como yo, imaginando como será la vida junto a mi.

Le debo eso a mi madre, su astucia en decir que no soy buena con los nombres. Ella siempre ve lo que podria pasar en un futuro. La conocia, ella en estos momentos deberia estar celebrando que por fin consiguio a alguien bueno para mi o mejor dicho para la familia.

-Mi madre es muy atenta -murmure, mirando sus ojos sin una sonrisa. - ¿Eres un Crowell? ¿Que te trae por aqui?

La sonrisa del chico nunca desaparecio, creo que ese momento su cara y su astucia para poder hablarme lo recordaria por siempre.

-No soy un Crowell.

Frunzo el ceño. Mi madre claramente habia dicho que era hijo de su jefe, ella nunca ha mentido sobre eso. Ella siempre me informa sobre las cosas que nunca he querido saber pero siempre me ha servido de algo, eso es algo que Harry admiraba de mi o al menos podria decir eso antes.

- ¿Quien eres?

Sonrio.

-Marcus.

¿Marcus?

- ¿Acaso no eres...?

Él no podría ser ese pequeño niño del cual mi madre me hablaba hace tiempo atrás. Su jefe había tenido una aventura con una mujer que fue traida a California de contra bando. Nadie sabe sobre esto pero por alguna razón mi madre lo sabe, esa mujer tuvo un hijo. Uno que nadie sabía de la existencia hasta hace poco, la mujer murio por una enfermedad terminal y el hijo tuvo que venir a la ciudad para graduarse y vivir con la familia del presidente.

No sabía que esto era mas bien una trampa para mi. Mi madre debe de tener un gran plan para hablarle de mi a este tonto chico.

- ¿El pequeño bastardo que se vino a vivir a Los Ángeles por su papá para tomar el papel de hijo? Si, ese soy yo.

Lo que nunca te dije #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora