Lo que nunca te dije #1

Capitulo doce: Pasado.

Te mereces a alguien que se le escape una sonrisa cada vez que te vea. 

Desconocido. 

Bastian. 

Los labios de Alexis son los mejores. 

Los labios de Alexis se siente bien y correcto, no como con mi novia. 

Dios debería ser la peor persona del mundo, en estos momentos debería tirarme de un puente para dejar de existir y dejar que hacer tantas cosas que no debería de hacer. 

¿A quien trataba de engañar? Yo solo quería los labios de una.

—Bastian.

Debería ser un hijo de puta si de verdad estaba haciendo esto.

—Dime.

Espere a que ella me contestara, en silencio maldiciendome por no ser lo suficientemente hombre para acabar con algo que ya había acabado hace mucho tiempo.

— ¿Me amas? —susurra su pregunta, dejando un beso en mi pecho esperando a mi según obvia respuesta.

La respuesta debería ser si, estaba claro que la amaba pero eso era antes de conocer a Alexis. Alexis siempre ha tenido algo que me ha hecho sentir muchas cosas, por desconocidas razones. Entonces, si amara a mi novia no debería sentir esas cosas pero las siento, como si me quemaran en el pecho.

Eso solo me deja a una respuesta, no. No la amo y eso es peor a un engaño.

— ¿Bastian?

Nunca había dudado de amarla. Siempre había sido mi única, mi persona en el mundo ahora veo que eso también era una mentira.

—Te amo.

Es la peor de todas las mentiras que he dicho a lo largo de mi vida.

Necesitaba recuperar al viejo Bastian, al Bastian antes de Alexis y estaba seguro que lo haría como el infierno. No podía perder todo lo que tengo solo por su estúpido juego.

Yo no era como ellos, de eso estaba seguro.

Abrace a mi chica, dejando de pensar en Alexis y en su estúpida boca.

***

Cuando llegue a casa vi a la hermana de Harry en el patio trasero, estaba sola mirando a la nada hasta que su mirada se encuentra con la mía.

Podría verla siempre, no se cual era mi obsesión con ella pero había algo en Alexis que siempre llamaba mi atención. Que siempre buscaba una manera de tenerme atado a ella.

Alza su brazo mostrándome la suciedad y sangre que hay en ella. Me sorprende que esté así, ella nunca mostraba alguna señal de herida o algo parecido. Alexis era la perfección andado casi siempre.

Ella se levanta del césped y camina hacia mí. Una sonrisa vacilante formándose en sus labios.

—Hola.

Parpadeo.

—Es raro verme de esta forma, ¿no?

Asiento.

—Me enoje y salí a correr pero me caí en algún lugar...

Sus ojos empezaron a retener las lágrimas, ella se me quedó mirando la mano, sin darme cuenta que tenía el regalo de Agnes en esta. Escondo mi muñeca detrás de mí pero Alexis la sostiene, mirando la pulsera que mi novia me regaló.