Voy a decirte algo: Los pensamientos nunca son honestos; las emociones si.
Alexis.
Camine por el largo pasillo de la casa de mis padres, siempre miraba hacia atrás esperando encontrarme con él pero no pasaba. Estaba encerrada en California sin recurrir a nadie, creo que todos pensaban que estaba de visita en la casa de ellos, lo cual es gracioso. Nunca vengo sola cuando es así.
¿Cómo me descubrió?
¿Acaso fui tan estúpida como para dejarme ser vista tan fácil?
Mire las escaleras con miedo, angustia, y un poco de esperanza de que mi padre siguiera en está casa. Al mirar las paredes, estaba tan frías y sin ninguna foto de nosotros o de mi padre, lo cuál solo me dejaba con una respuesta y no me gustaba. Nunca me gustaría eso, al final de todo siempre fue así.
Cuando algo no le parecía a mi madre, me alejaba de los demás y me encerraba en la casa para que aprendiera la lección. No me dejaba salir a ningún lado a pesar de que ya no era una niña, ahora era una persona adulta pero por lo visto a eso ella no le importaba nada.
Quería reír, llorar y gritar. Desesperadamente por mi ultimo recuerdo de él tirado en el suelo del estacionamiento de Nueva York.
Odiaba con todo mi ser a mi madre.
— ¡Mamá! ¡Vamos sal! —grito, mirando las escaleras con ansiedad de que ella salga asomarse. — ¡Mamá! ¡Ya no soy una niña!
Ya no me puedes controlar.
— ¡Mamá! —grito más fuerte, piso fuertemente para que escuche lo descontenta que estoy. — ¡No te lo perdonaré nunca!
Claro, si hablábamos de que ella siquiera se preocupara por eso.
Quisiera poder ser fuerte y no está débil versión de mi. Mi vieja yo hubiera subido hasta su recamara e interrumpido de ella para poder decirle lo que haría. Claro hablábamos de la vieja Alexis, la Alexis que murió en aquel accidente y nació la sumisa Alessya.
— ¿Por que no puedes ser Alexis? —me susurro a mi misma.
Decido apartarme de las escaleras, camino lejos de ella para poder pensar algo. Entonces doy con la vieja oficina de mi padre, en donde se encerraba todos los días evitando a mi madre. Nunca supe porque se evitaban, digo, al final del día iban acabar en el mismo lugar del siempre. No le veía sentido a eso.
Pero de algún modo, cuando los observaba a los lejos ellos dos parecían más una clase de amigos que marido y mujer. La verdad, aunque pensará sobre ello, mis padres no parecía querer su vida juntos, parecía que aborrecían eso. Como si cruelmente su destino fuera sellado entre ellos.
Al entrar a la vieja oficina de mi padre me quedo en el umbral al notar que casi todas sus cosas no están. Mi corazón sólo empieza a preocuparse aun más de que nunca salga de está casa, que mi madre me mantenga cautiva solo por su necedad de no querer verme con Bastian. Mis ojos rápidamente se llenan de lágrimas recordando cada momento que viví junto a él, antes y después.
— ¿Él se va morir? —le pregunté a Harry.
Mi hermano se movió incómodamente.
— ¿Has hablado con él?
—Te hice una pregunta, Harry.
Mi hermano solo me mira con lastima, como si no supiera como mirarme a los ojos o como decirme las cosas.
Él ha de pensar que puede ayudarme con esto, que no me dañará más de lo que ya ha hecho pero simplemente no puedo imaginarme esto. La vida sin él, sin ver su sonrisa o escuchar su voz, su risa. Lo único que siempre le había pedido a Dios era que volviera a él en silencio, sin dolor, sin preocupaciones, sin mi madre.
![](https://img.wattpad.com/cover/95282828-288-k863350.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Lo que nunca te dije #1
RomanceBastian Bean es el mejor actor pagado del momento y con una carrera solida en el mundo de la música. Tiene todo lo que ha deseado en su vida pero lo único que le falta es a esa pequeña niña de la cual se enamoró hace años atrás y nunca más volvió a...