Capitulo veinte y seis:Presente.

435 27 0
                                    

Los recuerdos a veces pueden no ser del todo felices pero aún así, lo guardamos por que esta  ahí. Ellos lo que alguna vez estuvieron ahí.

Alexis. 

  — ¿Cómo me veo? —cuestiono, mirandolo atraves del espejo. 

Bastian sonríe como si fuera un niño pequeño. 

— Te ves hermosa. 

Frunzo el ceño. 

— ¿Sólo eso? 

Niega con la cabeza, se levanta de su lugar para venir hacia mi y sostenerme en sus brazos. Me miro al espejo junto con él, parecemos tan enamorados. Quisiera sonreír y alegrarme por esto pero lo único que sé es que no quiero y no puedo, porque teníamos poco tiempo. Ya estaba cerca su fecha de caducidad. 

— ¿No crees que es de mala suerte que el novio te vea con el vestido que usarás en la ceremonia? —cuestiona pensantivo. 

Quiero reírme solamente Bastian se preocuparía por algo tan vano. 

— No pasa nada, sientete priviligiado de eso amor —me doy vuelta en sus brazos para reírme, lo beso en los labios intentado memorizarme todo esto antes de decirle adiós. —Te amo. 

Bastian ríe. 

— ¿Por qué tanto amor? 

— Por que sí, porque puedo. 

Bastian sigue riendo. 

Después de toda la mierda que hemos pasado, por fin puedo decir que pronto estaríamos juntos como siempre lo habíamos soñado. No podía decirle que no a él, si esto le hacía feliz entonces lo haría. Amaría cada instante de lo que él me diera, aunque fuera por poco tiempo.

Vi como se acomodaba el traje y sonreírme cuando me cacho verlo.

— ¿Tanto te gusto que no puedes dejar de mirarme,  Alexis? —cuestiona divertidamente.

Quise reír.

—En tus sueños, Bean.

Me doy la vuelta sabiendo que él  vendrá, esto me recuerda cuando mi madre hizo una cena para una beneficiencia y me tocó ayudarlo a escoger su traje.

—En mis sueños estas tú pero sin ropa  —me abraza y me quedo paralizada a escuchar su respuesta. —Si tu madre nos cacha, soy hombre muerto. ¿Lo sabes, Alexis?

Quería llorar, él esta a confundiendo sus recuerdos con la realidad otra vez. Iba más de dos veces esta semana que había ocurrido.

El doctor me dijo que no me preocupara y estaba bien, por que sabia que las toxinas que debería eliminar no estaban siendo eliminadas de su cuerpo si no estas estaban yendo hacia su cerebro. 

Su enfermedad estaba tan avanzada que ya no podíamos ver, con toda sinceridad, en que momento él dejaría este mundo.  Su fecha de caducidad, como solía bromear, estaba próxima y sentía que ese día no estaría lista.

¿Que pasa si lo encontraba muerto?

¿Que pasa si él salía un día solo a correr y me llamaban diciendo que él estaba en el hospital?

¿Como iba a reaccionar? No lo sabía, solo sabía que en ese momento no quería que llegara.

Quería más tiempo, quería solo un poco de esperanza esta vez.

Me doy la vuelta para mirarle con cariño, no debería de ver angustia ni dolor, no me estaba engañando con nadie. Eran recuerdos. Él me amaba.

—Mi madre nunca lo sabrá, Bastian.

Lo que nunca te dije #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora