-Realmente me llamas la atención- dijo Oliver mientras me sonreía. No hice nada más que reírme.
-Oliver...-
-¿Qué pasa?-
-Tengo miedo de querer a alguien-
-Yo te voy a querer a ti, y tú vas a querer a ese bebé-
-Todas las personas que quiero, mueren...
Finalmente, ya la teníamos aquí. A nuestra linda pequeña.
-Hola linda Cassie- la saludó Oliver mientras la tenía en brazos.
-¿Cómo es?- le pregunté exhausta.
-Igual a la mamá, es preciosa- me sonrió y la acercó a mis brazos.
Enseguida la cargué, me enamoré. Es el ser más precioso que puede haber, y ser mamá es la mejor sensación que sentiré jamás.
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-¿Cómo estas, amor?- me preguntó Oliver.
-Muy cansada, aún no lo creo- le dediqué una sonrisa.
-Dámela, yo la cuido mientras tu duermes- me dijo tomandola en brazos- Y mis papás vienen para acá, con algunos de tus amigos... supongo que mejor les digo que no vengan-
-Tus padres siempre podrán venir, pero realmente no quiero ver a ninguno de mis conocidos-
-Bueno, les diré a tus amigos que no vengan...- me sonrió y dejo a Cassie en su cuna al lado de mi camilla.
Al fin, la tengo aquí. A mi lado. Es mi vida, y por ella haré todo lo posible. Todo todo todo.
[Un tiempo después]
-Hola cariño, ya llegué- dijo Oliver entrando a casa mientras yo cuidaba a mi nena de dos meses.
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-Oliver- corrí hacia el y le dí un beso.
-Hola, ¿dónde esta mi pequeña?- sonrió él.
-Por allá- el camino adelante de mi, y al verla la tomó y la besó.
Mejor padre para Cassie no hay.
-¿Sabes? Estaba pensando en que... quiero saber quien es el padre de Cassie- dije dudosa.
-¿Quieres saber quien es el violador?- me dijo un poco enojado.
-Bueno... si tu no quieres, mejor que no- le dije un poco desilusionada.
-¿Que quieres hacer cuando lo sepas?- me dijo y me miró con cara de "Vamos, ¿qué harás?".
-Yo...-
-Hola, tu me violaste. Mira esta es nuestra pequeña- dijo sarcásticamente.
-Es obvio que no haré eso- le dije enojada.
-¡Oh, ya sé! Hola, ella es Cassie. Es tu hija y nos podremos ver todos los días- dijo nuevamente de manera sarcástica.
-¡Oliver! ¡Es obvio que no le diré esas cosas!- le dije llorando- ¡Aquí el único padre de Cassie eres tú! ¡¿O acaso lo olvidaste?! ¡¿Olvidaste que tiene tu apellido?! ¡¿Olvidaste que padre no es el que hace, si no el que cría?!- ya me cansé. Siempre que le digo algo y no le gusta, me arruina mis planes.
-¡Pero Cassie no es biológicamente mi hija! ¡Nunca podrá ser mi hija!- me gritó.
Ah no, ahora se pasó. Tomé a Cassie con brutalidad, subí a mi habitación a buscarle algo con que abrigarla y salí de la casa cerrando bruscamente la puerta.
¡Como lo odio!
Me dirigí a una plaza que quedaba ahí cerca, y con Cassie nos sentamos en el césped mientras ella miraba a todos lados como si quisiera explorar cada uno de los lugares.
Luego de un rato llorando, bajó un frío inmenso.
-Dharma, no estás aquí tu sola. Se que tu podrías sobrevivir a este clima, pero piensa en tu hija. Decía mi cabeza.
Llegué a casa y en silencio entré, Oliver veía la televisión. Yo subí rápidamente a mi habitación y dejé a Cassie en su cuna.
Me acosté, y no había nada más interesante y placentero que dormir luego de una discusión así.
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