I.

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Hoy es un gran día supongo, me haré por última vez el test de embarazo y si sale positivo nuevamente, correré al hospital más cercano para hablar con algún doctor que me ayude con mi problema.

Como ya, ayer compré el test ahora solo tengo que usarlo. Me levanté y mis tíos no se encontraban en casa, así paso aquí, sola ya que ellos trabajan. 

Rápido me dirigí al baño, leí las instrucciones y bualá.

Cerré la puerta del baño por seguridad, y comencé a orinar y dejar un poco de muestra en un recipiente plástico. Me limpié, todo bien y abrí el envase. 

Inserté un poco de orina en el test.

Comencé a esperar y a esperar, no estaba tan nerviosa como la primera vez. Me comecé a mirar al espejo, quizá a maquillarme, cepillarme los dientes, peinarme, todo lo que hago todas las mañanas.

Luego, miré el test, lo tomé y supliqué en mi mente que saliera negativo. Que todo haya estado mal, que el antiguo test se haya equivocado.

Lo miré y vi esto.

No puede ser, embarazada

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No puede ser, embarazada. Ya no puedo, tengo que partir rápidamente a un doctor, o algo así.

Boté toda la orina, ordené el baño y guardé el test en mi cartera. Corrí a mi habitación a vestirme, necesitaba salir a ver a un doctor.

Me puse lo primero que ví, un crop floreado, unos shorts y unos tacos.

Me puse lo primero que ví, un crop floreado, unos shorts y unos tacos

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Dejé ordenada mi habitación y salí. Próximo destino: el hospital de Jacksonville. 

Para mi suerte, iban pasando dos taxis que me servían. Tomé el primero.

-¿Al hospital?- pregunté como una niña buena.

-Sí- dijo el señor y afirmó con su cabeza.

Subí y cerré la puerta. Le pagué el viaje hasta que llegué.

Bajé tranquilamente, recién son las 2:13.

-Hola, ¿hay algún ginecólogo que atienda ahora mismo?- pregunté a la secretaria. Parecía de esas secretarias playboy, seguramente se mete con su jefe.

-Sí, para hoy está el doctor Edward Rivas- me dijo con su voz de cuica.

-Quiero esa hora, ¿cuando es?-

-A las 2:30, para su suerte- dijo. No se porqué pero su voz se me está haciendo insoportable.

-Bien, gracias- me alejé de ella y di un suspiro. Necesito ayuda urgente.

Comencé a esperar mientras jugaba con mi celular al Pou.

Comencé a esperar mientras jugaba con mi celular al Pou

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De pronto pasó la hora y la secretaria habló.

-Dharma Zeiss- 

Me paré y me dirigí a la sala que ella dijo, que nervios.

-Hola buenas tardes- saludé al doctor Rivas.

-Hola señorita...- paró un momento para mirar la ficha- Dharma- le sonreí- tome asiento por favor.

-Gracias-

-Dígame, que la trae por aquí.

-Esto- saqué de mi bolso el test que hice esta mañana.

-¡Wow! Embarazo adolescente- dijo el sin preocupación.

-¿Vienes a hacerte algún chequeo? ¿Te has sentido mal?- me preguntó.

-La verdad es que no, ni noto que estuviera embarazada...

-¿Y entonces?- me preguntó.

-No puedo tenerlo...- di un suspiro- hace un tiempo atrás fui vi...-trague saliva- violada.

Vi su rostro con su boca en forma de "O".

-Y... no me gustaría tener un bebé de un violador...- comencé a respirar con dificultad- quiero ser profesional- mis ojos ya estaban llenos de lágrimas- no quiero terminar como mi madre- ya, lloré. No podía evitarlo. Saber que se me haría difícil salir de este problema, me daban ganas de llorar. Yo no pedí un bebé, no pedí un violador. No lo pedí. 

-Cariño...- dijo el como saliendo de su etapa de "shock"- ¿Cómo lo dices tan... tranquila?

-He pasado cosas peores, mi madre mató a mi hermano y se suicidó al frente de mi. Y a mi padre lo mataron al frente mía. ¿Cómo esto va a ser difícil si ya he perdido a mi familia?

-Señorita, usted no debe venir a un ginecólogo. Tiene que ir a un psicólogo.

-No, es que no me entiende. Yo quiero abortar.

-...Disculpa, pero aún no se aprueba la ley del aborto. No puedo hacer nada, menos contra un bebé indefenso.

-Muchas gracias- le dije mientras me paraba de la silla un poco decepcionada. 

-Pero toma- me pasó la tarjeta de un psicólogo- El es Adam Collins... un muy buen psicólogo.

-Gracias, lo tendré en cuenta- salí.

¡Perfecto! No está aprobada la ley del aborto. ¿Que haré ahora? No me rendiré seguiré en busca de doctores. No me rendiré.

Tomé un taxi hacia otro hospital, y pasó lo mismo. Nadie, nadie de los 3 hospitales que fui me podían recetar algo para abortar.

Llegué a casa, aún no llegaban mis tíos y eran las 6:31PM. Lo único que se me ocurrió fué llorar, mientras tocaba mi vientre y le pedía disculpas por lo que iba a hacer a esta criatura.

 Lo único que se me ocurrió fué llorar, mientras tocaba mi vientre y le pedía disculpas por lo que iba a hacer a esta criatura

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Mañana seguiré asistiendo a hospitales y a clínicas. Aún no termina mi lucha.

Definiendo mi futuro (Completa) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora