Capítulo 24✨

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Dedicado con cariño a: walker_dixon, Bea_132 y EriTWD_

No está muerto. No está muerto.

Me repetía una y otra vez en mi cabeza, intentando subir mi ánimo.
Hacía tiempo que no me daba el aire. No trabajaba junto a los demás, los días se me hacían pesados y largos y sólo me dedicaba a leer los libros de la estantería del salón. No solía hablar, salvo que se tratara de Enid, Carl o incluso Daryl. Había cogido confianza con la primera.

Estaba en la cama leyendo un libro cuando oí el sonido de la puerta cerrarse. Eché un vistazo por encima de las hojas y vi a Carl quitándose los zapatos.
Volví a meterme en mi mundo y noté un peso a los pies del colchón.

-¿Qué lees? -preguntó acariciando mi pierna.

-Literatura española del siglo XVIII.

-Menudo coñazo.

-Qué va. Es interesante.

Se levantó de nuevo y pasé de página. Al minuto volvió a mi lado y se tumbó a mi derecha.

-¿Hacemos algo?

-¿El qué?

-No sé.

-Yo estoy leyendo.

Cogió el libro y lo tiró lejos de mí.

-¡Oye! -grité molesta.

-Ya no estás leyendo. -sonrió victorioso.

Me crucé de brazos y le di la espalda. Se pegó a mi cuerpo y me rodeó con sus brazos.

-No te enfades. -dijo con la voz ronca en mi oreja y mordiendo el lóbulo de ésta.

-¿Qué quieres? -dije riendo.

-Hacer algo.

-¿Preguntamos a tu padre si podemos ayudar a Daryl con la búsqueda de nuevos sobrevivientes?

-No está en casa. Estamos solos.

-¿Y mi padre? -pregunté girándome.

-Creo que está cuidando a mi hermana, no sé.

Hice ademán de levantarme para retomar la lectura, pero su manos se depositaron en mi cintura y me atrajeron hacia él.

-¿Qué quieres, pesado?

Me rodeó con piernas y brazos, dejándome sin salida.

-Quiero estar contigo un ratito. Porfi.

Era tan dulce cuando se lo proponía que no podía negarme. Empezó a darme besos por toda la cara hasta que llegó a mis labios. Los besó con pasión, introduciendo la lengua y haciendo que quedáramos sin respiración.
Conseguí soltarme y me coloqué sobre él, aún sintiendo sus manos en mi culo y enredando mis dedos en su pelo.
Me empujó y esta vez él quedó arriba. Se separó y me miró pícaro.

-Me toca.

Siguió con lo que estaba haciendo y empecé a desabrocharle la camisa. Sentía que era el momento, que era un paso más en la relación.
Me deshice de ella y él se encargó de mi camiseta.
Nuestras bocas aún jugaban entre ellas y el calor y la necesidad cada vez eran mayores.
Quedé en sujetador y sentí el frío de la ventana abierta abierta en mi piel, pero me daba lo mismo.
Nos separamos por falta de aire y me miró a los ojos.

-¿Estás segura de esto?

Le quité el parche y lo lancé junto al libro.

-Ahora sí.

Everything's going to be okay. II | Carl Grimes. |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora