Capítulo 17✨

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Dedicado con amor a cott2001

Los días pasaban y con ellos las semanas. Todas las mañanas salía un grupo de siete personas para buscar a Glenn, aunque las esperanzas de que siguiera vivo cada vez eran menos.

Maggie hizo pública la noticia de su embarazo y no la dejaban hacer trabajos que requirieran demasiado esfuerzo.

Mi padre había mejorado mucho. Había logrado recordar que estaba casado y que tenía un hijo.
Fue entonces cuando le expliqué la muerte de mi hermano, su edad, su nombre y todos sus rasgos.

Pareció dolido, pues pensaba que de su familia sólo quedaba él, pero me mantuve fuerte para no soltarle en aquel momento quién era yo realmente, cuánto le quería y cómo echaba de menos el roce de su gran bigote cuando se ponía cariñoso y me daba muchos besos y pedorretas en los mofletes.

Sin embargo os mentiría si dijese que no lo pasaba peor que él.
Mi almohada era la que ahogaba mis sollozos por las noches para no molestar a los demás, y, que aún así, muchas veces por la madrugada Daryl subía a mi cama para hacerme compañía y contarme historias hasta que por fin me quedaba dormida.

Pero eso Abraham nunca lo sabría, porque para él no era más que una niña más del grupo.

No sabía qué hora era, pero el sol estaba alto y yo me encontraba en el tejado con una libreta y un boli en mano. Cogí los prismáticos que colgaban de mi cuello y busqué a mi modelo.

Carl estaba sentado en el césped con Judith en su regazo. Le daba el biberón y le señalaba los pájaros.

Me gustaba que no se diera cuenta de que le estaba retratando, porque de esa forma dibujaría su lado más puro.

Carl Grimes... ¿Ese era su verdadero yo? Con todas las cosas que han pasado, y aún así sigue siendo un chico corriente.
Un chico corriente que estaría dispuesto a cualquier cosa por su familia.
Un chico corriente con la valentía corriendo por sus venas.

Sombreé la parte izquierda de su rostro y volví a ponerme los prismáticos en los ojos.

Una pequeña curva se formó en mis labios al ver que el vaquero me sonreía y me saludaba con la mano.

Me había pillado.

Le saludé de vuelta y me quedé unos segundos más observándole detenidamente.

Se levantó de repente, con Judith en brazos, y se aproximó a la casa.

Miró hacia arriba y me gritó:

-¿Qué tramas, bicho?

-Nada de nada, ¿por qué? -respondí moviendo las piernas colgando del tejado.

-¿Estás ocupada ahora? -preguntó poniendo su mano de manera que el sol no le molestara en los ojos.

Levanté el cuadernillo para que lo viera.

-¿Y con eso qué me quieres decir?

-Que estoy dibujando. -respondí.

Bufó y yo reí por lo bajo.

-Ya bajo, bobo. -y con esto me levanté, cogí el cuadernillo y con cuidado me metí por la trampilla.

Everything's going to be okay. II | Carl Grimes. |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora