El escape de Scorpius

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— Rose, respira, tranquila... — le pido a mi esposa que está en labor de parto y me duele verla sufrir, aunque se que es necesario. Ella me fulmina con la mirada, todavía culpo a las hormonas

— Scorp... que respire no va a hacer que deje de dolerme, sólo toma mi mano, quiero que termine...

— Señora Malfoy, prepárese, ya vienen los bebés — dice un medi mago así como sin nada

Los bebés... recuerdo cuando nos dijeron que no sólo tendríamos uno, sino dos pequeños

— ¿Los bebés? — repetimos ambos con absoluta incredulidad

— Si, son gemelos

— Ay por Merlin... ¡voy a morir!

— No digas eso Rose, estoy contigo, eres fuerte y valiente, y ¡vamos a tener gemelos!

— Si...

— Listo señora Malfoy, ya tenemos a un pequeño aquí...

— Leo... quiero verlo — pide Rose que luce tan cansada pero nunca más hermosa que ahora

— Concéntrate Rose, uno más — le pido besando su mano

— Y... aquí está la nena, está perfectamente, felicidades señores Malfoy

— Quiero verlos, Leo, Cassie...

— Los van a limpiar Rose, en un momento los traen, lo hiciste muy bien, no sabes cómo te amo — beso a mi esposa con absoluta devoción, me ha hecho feliz desde los 11 años sólo con existir, luego me acepta y dice que me quiere, y ahora... ¡me da no solo un hijo sino dos! A mis tres hijos los quiero por igual, pero mi Rose es mi todo, no tiene comparación

— Te amo Scorp, gracias por mis hijos, gracias...

Después de todo el drama del parto, estamos juntos los 4. Los padres de Rose vienen a visitarnos y es ahí cuando me doy cuenta lo tarde que es y que había quedado con Samantha en ir a buscar a Tommy, así que dejando a mi esposa en compañía de sus padres, me escapo un momento para ir por mi hijo mayor, que quiero que esté aquí conmigo y conozca a sus hermanos

— Ah... viniste — dice Samantha cuando llego a su casa por mi hijo

— Perdón por la hora, es que el parto de Rose se complicó un poco, tuvimos gemelos — digo sin poder ocultar mi emoción, la cual claramente ella no comparte, pues bufa enojada y me dice

— Scorp... ¿para qué quieres llevarte a Tommy en realidad? Ya está dormido, tú estarás demasiado ocupado con dos bebés y esa quejumbrosa manipuladora que tienes por esposa

— Oye... Rose estaba incómoda por el embarazo, ella no es quejumbrosa ni manipuladora

— Si claro... tu lo puedes creer porque estás idiotizado por ella, pero no te vas a llevar a mi hijo, no puedes cuidarlo como él necesita

— También es mi hijo Sam, y quiero que esté conmigo y conozca a sus hermanos

— ¡Es ridiculo! ¡Tiene 8 meses! ¡No podría conocerlos aunque quisiera!

— Sam... no quiero pelear, hoy es uno de los mejores días de mi vida

— Felicidades, pero no te vas a llevar a mi hijo, ya tienes los tuyos con ella, déjame en paz

— ¡Oye! ¡Deja ya esta actitud! ¡Lo que pasa con nosotros no tiene nada que ver con los niños!

— ¡No cuando se trata de mi! Pero ella... ¿sabes que solo hizo esto para manipularte y terminar de tenerte en su puño, verdad?

El reencuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora