El reencuentro

Los niños de Scorpius

Tomé aire y miré las fotografías de mis niños, todos estaban sonrientes, aunque no tuvieran motivos para estarlo.

— Son mis niños — ella enarcó una ceja y me corregí inmediatamente — les digo mis niños porque son voluntarios de prueba para las pociones, los tengo aquí porque me inspiran. Si te fijas, todos sonríen. Aún condenados a muerte como estaban, sonreían y yo no podía entenderlo, pero por alguna razón a veces la gente reacciona así ante la amenaza de muerte. Mi mamá también lo hizo. Nunca perdió su buen ánimo, aunque mi padre estaba destrozado, a veces parecía que era ella la que lo consolaba a él, como si él fuera quien iba a morir pronto... cuando mi mamá murió mi padre y yo estábamos destrozados. Él hizo todo lo que pudo, pero, no pudo salvar a mi mamá. Hay gente que está en esas mismas condiciones. Hay mucho que hacer en ese campo y efectivamente inicié esto por ella — dije rodeando mi escritorio y tomando una fotografía que tengo siempre ahí. Siempre que la miro me hace sonreír y esta no fue la excepción. Se la mostré a Rose. En la foto estoy de unos 4 años en brazos de mi mamá y ella da vueltas conmigo cargado y besa mis mejillas repetidamente.

— Pensarás que estoy loco pero me acuerdo de ese día — continue — pasamos una tarde maravillosa, solo los tres juntos, mis padres y yo, luego en la noche se llevaron a mi mamá al hospital. Había tenido un episodio. Ese día mi papá me explicó que mi mamá tenía un problema de salud, y que debíamos cuidarla y ayudarla. Yo era un niño, no sabía que hacer y le pregunté ¿padre como puedo ayudarla yo? y él me dijo: solamente se buen niño, pórtate bien. Obedece a tus abuelos, tengo que quedarme en el hospital con ella. Y me pareció muy poco ¿sabes? porque bueno, uno siempre debe portarse bien ¿no? Aunque tu mamá tenga buena salud, y siempre pensé que había hecho muy poco por ella. Así que cuando tuve edad para decidir qué hacer de mi vida, quise ayudar a personas en la situación de mi mamá, pero ayudarlas de verdad, no como a ella que no logré salvarla siendo un buen niño y portándome bien

Ella rió pero noté un brillo en sus ojos, no en el buen sentido, mas como un reflejo acuoso en sus ojos, no queria hacerla llorar, pero esta parte de la historia era muy dura

— Rose, hemos trabajado muy duro aquí. Nadie más que yo quiere que esto funcione, créeme, pero la realidad es que no siento que la poción esté lista

— Pero — intervino ella por primera vez — el departamento de salud de MACUSA ya ha dado su aprobación, es decir, han pasado ya las pruebas

— ¿Sabes cómo hacen esas pruebas?

— Si, claro — dijo ofendida — con base a los resultados de los ensayos clínicos, ¿no crees que los han manipulado verdad? ¿O que no los ha realizado correctamente?

— No es eso. Yo personalmente los he supervisado. Todos los ensayos se han hecho aquí, aunque eso me costó demasiado, créeme, creían que yo era quien quería manipular los ensayos para que los resultados fueran positivos, pero no es así, yo quería que las personas, los voluntarios tuvieran un lugar lindo para quedarse con sus familias. Esta gente no tiene recursos la mayoría de las veces, y los laboratorios no se hacen cargo de alojarlos ni de alimentarlos ni nada, yo no quería eso, yo quería que estuvieran cómodos y relajados, ya te lo dije, entonces después de mucho pelear lo conseguimos y aquí ha estado gente de salubridad verificando los ensayos. Sus números son correctos Rose, me imagino que los conoces...

— 95%, es una calificación alta, no entiendo cuál es el problema

— ¿Leíste los ensayos Rose?

— Bueno, no soy medimago, Scorpius, yo se de números, y 95% es el número que necesitas para tener la aprobación de salubridad, ¿entonces por qué?

— Eres lista Rose. Quizá te enfocaste en números y a veces los números son fríos, pero no si los analizas. Revisa los casos de falla, y dime qué ves ahí...