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Capítulo 37.

Harry Styles

Al día siguiente estuvimos unas horas por la mañana grabando y un rato más después de la comida viendo cómo estaba quedando el video. Satisfechos por el trabajo, volvimos a la casa y nos encontramos con casi todas las chicas y Dani sentados por el césped del jardín, charlando un poco.

— ¡Hemos vuelto! —exclamó Niall entrando y se dirigió a saludar a su chica.

— ¿Qué hacéis aquí tan tranquilos? —preguntó Zayn curioso.

—Estamos esperando a que Gin vuelva de la ducha —explicó Ron—. Íbamos a ir a dar una vuelta por el paseo de la fama.

—Pues nos apuntamos —habló Liam.

—Yo creo que voy a subir un rato a descansar. Id vosotros y en un rato os alcanzamos Gin y yo.

—De acuerdo —dijo Amy.

—Cuidadito con lo que hacéis los dos solitos —advirtió Dani tras darme un pequeño codazo seguido de un guiño y me eché a reír.

— ¿Que parte de "voy a descansar" no habéis pillado?

—No cuela, Hazza —afirmó Louis y empezaron a salir de la casa ordenadamente.

—Os llamaré para ver por dónde andáis —les grité antes de que cerraran la puerta.

Me dirigí a las escaleras para subir hasta mi habitación y en cuanto llegué al pasillo pude escuchar perfectamente una de nuestras canciones a todo volumen. Sonreí para mí y negué levemente con la cabeza. La había conocido como una fan bastante loca y, después de todo, lo seguía siendo. Sin duda, era una de las cosas que más me gustaban de ella. Se comportaba normal con nosotros, ahora solo como una amiga —novia en mi caso— pero en cuanto podía, aprovechaba a sacar su lado fan, como en esta ocasión.

Entré en la habitación y la música se escuchaba aún más fuerte. Heart Attack llegaba a su fin. La puerta del baño estaba casi cerrada y una idea se pasó por mi cabeza. Entré sigilosamente en el baño mientras los primeros acordes de Rock Me salían de los altavoces que había conectado al iPod. Me agaché un poco para que no me descubriera a través del espejo al que se estaba mirando, arreglándose el pelo y me coloqué detrás de ella justo cuando mi voz estaba a punto de empezar a cantar.

—Do you remember summer 09? Wanna go back there every night. Just can't lie it was the best time of my life —canté en su oído, dejando que me viera. Noté como un escalofrío recorría su cuerpo y una sonrisa se esbozó en su cara.

—No estamos en el verano de 2009 —comentó divertida, mirándome a través del espejo.

—Lo sé, pero podemos hacer que el summer 13 sea inolvidable. Aún mejor que el 09 —susurré antes de empezar a dejar pequeños besos bajo su oreja, siguiendo por el cuello. Un suspiro se escapó de sus labios cuando mis manos se posaron sobre la toalla, a la altura de su cintura y mi boca terminaba de besar su mandíbula.

—Harry, para —pidió interrumpiendo el camino de pequeños besos que yo seguía trazando.

— ¿Por qué? —pregunté alzando la vista. Me imaginaba su respuesta.

—Están todos abajo. Me están esperando las chicas —argumentó. Sonreí pícaramente.

—Te diré un secreto —volví a susurrar en su oído—: estamos solos. Tú y yo —besé esta vez su oreja mientras ella parecía estar meditando mi última frase.

Sonrió de lado antes de girarse para quedar frente a mí y atrapar mis labios con los suyos. Mi lengua en seguida pidió permiso para adentrarse más en su boca. Permiso que, al instante, le fue concedido. Mis labios no dejaron los suyos mientras mis manos recorrían su espalda hasta que fue estrictamente necesario para respirar. Sus manos fueron a parar a mi nuca, para revolver mis rizos a la vez que me besaba de nuevo. Aquellos labios eran mi perdición, cada día estaba más seguro de ello. Un descuido por su parte, hizo que la toalla que llevaba enrollada al cuerpo cayera al suelo, dejándola totalmente desnuda ante mí. Se separó levemente de mí al percatarse de ello y sus mejillas se tornaron de un color rojizo.