Todo comienza aquí, con una resaca literaria en la cabeza y un dolor incurable en mi pecho (o eso pienso yo).
Enamorarse con facilidad es mi mayor defecto, pero creo que el defecto más grande que poseo, es confiar mi corazón demasiado rápido.
Ay Yifan, fuiste muy cruel al romperme el corazón.Creí que sería sencillo olvidar a ese amor, pero llevo todo el mes llorando por él. Demasiado patético para tener diecinueve años, demasiado penoso para llorar como un marica.
Me pongo de pie y me miro en el espejo; tengo los ojos hundidos y los labios resecos. Es como ver a través de mi rostro la mierda que cargo en el pecho.No me apetece salir, solo quiero tirarme en el sofá y ver una y otra vez la película "siempre a tu lado" (por alguna razón masoquista, cuando estoy triste, quiero llorar más). Pero aquel chico, llamado Sehun, insistió en tomarle fotos a mi perro.
Lo conocí de la siguiente manera: una solicitud llegó a mi perfil de Facebook, lo acepté porque era terriblemente guapo, mas mi corazón no se permitía en hablarle, venga, tenía la pequeña esperanza de que Yifan volviera.Mi biografía estaba llena de publicaciones melancólicas y patéticas (y hasta la fecha), sino publicaba una canción triste, compartía cualquier pendejada que me hiciera sentir identificado. Ay Luhan, eres un desastre cuando te rompen el corazón.
Sehun comenzó a comentar cada publicación mía, me llenó de "me gustas" y demás cosas, no lo sé, pero me causó gracia su forma de llamar mi atención.
La primera vez que se atrevió a hablarme, fue dos días después. Fue rápido y sin problemas "te ves demasiado deprimido. Pareciera que te acaban de dejar".Vaya, acaba de hacer el descubrimiento más grande de la historia (aunque debo de admitir que me hizo reír). Continuamos hablando, le conté que acababa de terminar con mi pareja y él se disculpó. El resto de las horas me hizo reír. Era un chico adorable, dulce y amable. Definitivamente, no era mi tipo.
O eso creía yo.
Conforme pasaban los días, hablábamos más, las charlas parecían más cómodas mientras más mensajes mandábamos. En cuestión de cuatro días, había logrado hacerme reír frente a la pantalla de un celular, incluso por las mañanas me dejaba un pequeño "buenos días, bonito".
Faltaban diez minutos para vernos por primera vez; hacía frío, y aún sin salir de mi hogar, mis dedos ya se encontraban helados. Usé algo simple: un pantalón oscuro, un abrigo café y una bufanda negra. Momo ya me esperaba en la puerta, ladrando y ansioso por salir. Momo era el regalo que mi ex me dio, una pequeña bolita blanca que ahora ha crecido un poco más.
No hay viento al salir, pero cómo pega el invierno en el rostro. Camino apurado, y no porque tenga miedo a que Sehun se moleste si llego tarde, Momo parece un demonio cuando corre.
El parque está terriblemente solo, solo puedo ver algo a lo lejos. Hay un hombre alto, tal vez más de 1.80, tiene una cámara entre manos y a pesar de que no pueda ver bien a lo lejos, hay algo en su persona que me hace pensar que es más guapo de lo que creí.Me acerco en silencio, mi mano busca su abrigo y da pequeños tirones. De pronto me invade la timidez, tal vez porque soy muy bajo para él, o tal vez porque, cuando se gira y me mira, me encuentro con la sonrisa más preciosa que jamás he visto.
Con una mano coge su cámara y con la otra toma mi mano en un saludo. Momo lo olfatea, yo estoy embobado en ese hombre que por fotos no parece tan deseable, pero que en persona te puede hacer temblar las piernas.
— Mucho gusto, Luhan —. Su voz... Me entra por los oídos y no quiere salir de mi cabeza. Creo que tengo la cara de idiota, porque ríe y aparta su mano de la mía para acariciar mi cabello—. ¿Estás bien, bonito?
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Cuando una lágrima cae del cielo (HunHan)
Fanfiction"Clic", no sé si fue el sonido de su cámara o de mi corazón. Me había perdido en sus ojos y en esa estúpida sonrisa que hablaba por si sola. Éramos el desastre perfecto para encontrarse y enamorarse, éramos tan opuestos, que era inevitable no buscar...