Hubo un tiempo en que los ojos de Luhan pesaron tanto que dejó de llorar, hubo un tiempo en que los "te extraño" se hicieron tan rutinarios que dejaron de importar. Hubo un tiempo en que se cansó de seguir sus sueños y se rindió, y existió ese día, donde caminando por un puente, quiso saltar y ponerle fin a todo.
Pero no lo hizo.
Porque tuvo miedo.
Y porque sintió que muy dentro de su pecho, había personas que lo amaban y lo iban a extrañar por su partida, y Luhan odiaba ver a las personas llorar por su culpa. Recuerda el último seis, fue amargo recordar eso. Luhan nunca había regalado flores para alguien, porque sentía que el día que lo hiciera sería bastante especial, aquel seis cumplía un año con un mes con Sehun, y si ese día no funcionaba, si ese día Sehun no abría la puerta y no tenía tiempo, lo dejaría. Porque se sentía un estorbo, y porque, sencillamente, los brazos de Yixing parecían reconfortarle más estos días, que los fríos brazos de su pareja.
Llamó a la puerta, Sehun no la abrió, llamó por segunda vez, llamó por tercera vez y este le dijo que esperara un poco. Pero pasaron las horas, y Luhan se cansó de esperar. Un ramo de tulipanes azules fue dejado en la puerta de su hogar, pero no sólo dejaba las flores, sino también parte de su corazón y de un triste "fin para siempre". Sehun mandó un mensaje de alegría, y Luhan lo leyó con las últimas lágrimas que le quedaban; estaba vacío, Sehun por fin terminó de matar el poco amor que le quedaba.
Pasaron los días, Luhan le pidió hablar a Sehun y este se mostró serio; sabía lo que se iba a venir. De los labios del pequeño príncipe salieron estas pocas palabras "Quiero terminar". Sehun enfureció, le dijo egoísta y Luhan escuchaba esas palabras incrédulo. Sehun le dijo que él era la peor persona, que no supo esperar y que, con rabia en la boca, ya no amaría a Luhan nunca más, que sólo habría odio hacía él.
Luhan no lloró, Luhan se enfadó tanto que lo llamó "Maldito cabrón", "maldito hijo de puta", mientras caminaba sin parar, con el rostro enrojecido hasta las orejas. Esa noche buscó a Yixing y se acostó con él. Yixing lo besaba con ternura, mientras que él, loco de deseo y del enojó, pedía a gritos que lo follara con fuerza. Quería desterrar a Sehun de su piel, borrar sus caricias, sus besos, las veces que fueron felices mientras se abrazaban y reían como locos. Quería borrar a Sehun, pero ni siquiera las hábiles manos de Yixing fueron suficientes, tampoco sus platillos deliciosos, ¿por qué seguía con ese vacío? ¿Por qué sentía que, cuando se acostaba con Yixing, sentía que lo hacía con Sehun y era feliz creyendo eso?
No fue capaz de borrar sus fotos; él dormido, besándose, Sehun con su gata, Sehun con su cámara. No fue capaz de tirar aquel anillo que llevaba su nombre, tan sólo lo escondió. Pasaron los meses, ya no supo nada de Sehun, y el tacto de Yixing sobre su cuerpo cada día pesaba más. Porque Yixing era precioso por donde lo vieras, porque Yixing era aquel hombre con una sonrisa amable que te calentaba el corazón. Pero Luhan lo sabía... amaba a Sehun, a pesar de las mentiras y de las sonrisas falsas, lo seguía amando.
Y un día siete, cuando siempre se encontraban, sucedió. Lo vio de nuevo, y no supo si huir o correr a donde, según Luhan, pertenecía. Hablaron largas horas, Sehun se mostraba serio y Luhan, nervioso. El reloj se detuvo, no hubo un beso, ni siquiera un roce de labios, pero ambos se sentían con ganas de besarse, de acariciarse el cabello y fundirse en aquello que creía muerto.
"Sigue con Yixing, no planeo meterme en su relación, pero vuelve conmigo. Fui tan estúpido ese día... tan egoísta al no escucharte y entenderte. Me sentí tan triste, ¡demonios Luhan! Fui tan infantil..."
Volvieron a escondidas, pasaron de ser pareja a amantes. Sehun terminó con su novio actual, Luhan se atrevió a dejar a Yixing días después. Lo que Luhan no esperaba, era cargar con el remordimiento y culpa de haber destrozado a un ser tan precioso como él, culpa que aun carga años después. Regresaron, no hubo felicitaciones por parte de ningún amigo, de hecho, todos odiaban esa relación tan tóxica y dañina. Y las ausencias volvieron, pero esta vez Luhan ya no lloraba, ni se ponía triste por los seis donde Sehun no aparecía. Se acostumbró tanto a sus promesas vacías y a sus disculpas, que se creó un escudo para protegerse del dolor.
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Cuando una lágrima cae del cielo (HunHan)
Fanfiction"Clic", no sé si fue el sonido de su cámara o de mi corazón. Me había perdido en sus ojos y en esa estúpida sonrisa que hablaba por si sola. Éramos el desastre perfecto para encontrarse y enamorarse, éramos tan opuestos, que era inevitable no buscar...