El teléfono no para de sonar y me molesta. ¿Por qué mi madre no iba y contestaba de una buena vez? Lo más lógico sería levantarme e ir a contestar, pero era alrededor de las 9:00 am y seguía en cama. De mala gana me levanté.
— ¿Diga?
— ¿Luhan? ¿Te desperté?
— Claro que no, cómo crees eso—. Y ahí estaba mi voz molesta a falta de sueño. Mi hermana rió y solté un pequeño suspiro—. ¿Qué pasó?
— Son buenas noticias, creo. No sé cómo lo tomen papá y mamá...
Me percaté de su voz preocupada a través de la línea. Me senté en el sofá y la escuché atento.
— ¿Qué pasa? —Le pregunté, el sueño se me había ido por completo.
— Estoy embarazada.
Me quedé mudo y supe que estaba terriblemente feliz de tan solo saberlo, pero ¿cómo le haría ella para cuidar a un bebé? ¿No tenían demasiados gastos ella y su novio? Hace unos cuantos meses que se había ido de casa para irse a vivir al departamento de su pareja, además, ellos ni siquiera tenían planeado tener hijos aún.
— Vaya... eso es genial ¿sabes? Solo que me tomaste por sorpresa.
— Y...
— ¿Y?
— Regresaré a casa, sé que papá se enojará muchísimo, pero ya checamos y no podremos con los gastos. Young Soo aún no termina sus estudios y no puede pagar todo a la vez.
No sabía si aquello realmente me agradaba. Cuando ella vivía aquí, compartíamos habitación y podíamos vivir bien, pero ¿Dónde dormiría ahora yo? No podía quedarme con ella y su novio, ni con mis padres. Colgué a la llamada luego de decir adiós. Debía prepararme mentalmente para saber que ya no tendría tanto espacio para mí, mucho menos silencio.
La casa estaba a oscuras, mi madre no estaba y de seguro mi padre estaría trabajando. Caminé de nuevo hacia la habitación y cogí mi celular. Habían pasado unos dos meses desde que yo salía con Sehun, el seis se había vuelto nuestro número favorito, al igual que los tulipanes. Me había dado un ramo de tulipanes en el primer mes, era su flor favorita y eran de un color durazno "cómo tus mejillas, Luhan", me había dicho él.
Había sido un poco incómodo llegar a casa con ellas. Mi madre ni siquiera sabía que era gay, mucho menos que tenía pareja. La engañé diciéndole que las había comprado por ahí con un vendedor, ella sonrió y las cogió entre sus manos. Me daba pavor decirles la verdad, que me gustaban los hombres y no las mujeres, tenía miedo al rechazo y a la decepción de mi familia. Mi padre no odiaba a los homosexuales, pero le desagradaban y solo bastaba con ver sus ojos llenos de asco.
Mi madre, en cambio, los apoyaba, pero venía un problema "no sé qué haría si tuviera un hijo gay, simplemente no sabría qué hacer". Nunca los comprendí, no sé si era porque yo era de mente abierta y ellos se basaban en aquellos tiempos en los que mirar a una persona de tu mismo sexo era una blasfemia hacia Dios. Tal vez algún día tendría el valor de decirles que amaba a un hombre, y que era feliz de esa manera.
Era sábado y sabía que Sehun estaría algo ausente a causa de su padre. Era bastante curioso, ninguno de los dos conocíamos el padre o madre del otro, y algo de lo que me había dado cuenta, es que Sehun nunca mencionaba a su mamá.
Estaba por dormir de nuevo cuando mi celular sonó, era una llamada de mi novio, me fue sencillo sonreír.
— Hey, príncipe Sehun ¿a qué se debe su llamada?
— Para invitar a cierto señorito a salir ¿me haría el honor? —Solté una pequeña risilla al escucharlo hablar.
— Vale, mi amor. ¿A qué hora?
***
Sehun lucía diferente conforme pasaban los días. Parecía que la escuela lo consumía y sus ojeras se hacían más marcadas, al igual que su cuerpo, estaba adelgazando y eso no me gustaba. Él me había dicho que no me preocupara, pero ¿cómo no hacerlo? No podía ignorarlo y dejarlo pasar como si nada.
Luego de una pequeña discusión (en realidad, nuestras discusiones terminaban en risas y yo envuelto en los brazos de mi amado) terminamos sentados en su sofá, aquel que casi ya olía a mi perfume de tanto ir ahí.
— Te ves tan cansado... ¿has comido bien? —Sehun enmudeció por unos instantes, era un claro no— no quiero verte enfermo, mi amor...
— No me da tiempo, Luhan. Estoy de un lado para otro, los trabajos se acumulan y debo cuidar mi beca.
Suspiré, Sehun era un cabeza dura y nunca entendía y de eso me había dado cuenta conforme más nos conocíamos. Él se esforzaba por su beca, tal vez ni siquiera la necesitaba porque su estado económico era muy bueno, pero me gustaba su forma de querer ganarse sus propios estudios sin la necesidad de que su padre le pagara la escuela por completo. En cambio yo, era un completo desastre en la escuela. A la única materia que en verdad le ponía empeño era a literatura, y aunque mis calificaciones no eran las peores, tampoco eran muy buenas.
Nos quedamos en un pequeño silencio que no era nada incómodo. En realidad, me gustaban esos silencios, en los que poco a poco te recargabas en el pecho de tu amante y te sentías tranquilo. Sehun merodeaba entre mis cabellos con su nariz, inhalando mi aroma. Yo escribía en mi celular mientras él hacía eso.
Al cabo de unos minutos, le tendí el aparato.
— Aún soy un asco escribiendo poesía, pero es con todo el cariño... léelo.
Lo había tomado por sorpresa, su boca había formado una pequeña "o" y luego sonrió. Me sentía apenado, ni siquiera estaba acostumbrado a mostrarle mi intento de poesía barata. Aunque me sentí mal al menospreciar aquello, lo había escrito pensando en Sehun, y Sehun no era nada barato, Sehun era mi poesía.
"Quiero dibujar tu nombre en cada rincón de mi alma,
Lo quiero pintar con amor, para que nunca se borre,
Para que mi historia contigo nunca se termine.
Quiero tatuarme tu nombre, para que nadie lo borre de mí,
Para poder recordarte incluso después de la vejez,
Después de haber amado tanto, y que aún perdure el amor.
Aún querré recordarte en el último soplo de mi corazón,
Porque mi alma llevará tu nombre,
Y tú llevarás mis besos de mil colores."
— Luhan... esto, esto es precioso.
Mi giré para verlo, estaba sonriendo. Se acercó a mis labios y me besó, Sehun se miraba feliz.
— Es lo más bonito que me han escrito, Luhan.
— Entonces escribiré más para ti—. Susurré mi promesa, por Sehun, sería capaz de escribir hasta mil poemas en su nombre.
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Quiero hacer la historia más viva, por lo que tocaré algunos temas que nos podrían pasar a cualquiera. Eso es todo, chao (?).
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Cuando una lágrima cae del cielo (HunHan)
Fanfiction"Clic", no sé si fue el sonido de su cámara o de mi corazón. Me había perdido en sus ojos y en esa estúpida sonrisa que hablaba por si sola. Éramos el desastre perfecto para encontrarse y enamorarse, éramos tan opuestos, que era inevitable no buscar...