Lo que siento por él.

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Te necesito ahora 
Necesito de tus caricias
Y  de tus labios
Necesito de tus sonrisas 
Y tus besos.

Eres tan genial 

Eres tan hermoso.

 


***

   

 Sehun es un montón de cosas por descubrir. A veces, parece un caballero, digno de un cuento de hadas y con ese rostro de un príncipe amable. Otras, cuando me hace el amor, parece un lobo feroz asechando a su presa, y cuando termina, se convierte en algo dulce que es imposible no acurrucarte contra su pecho en busca de cariños. En otras situaciones, me recuerda a un niño atrapado en un cuerpo de hombre, y es que su risa, su forma tan animada de ser, incluso ese lado infantil que pocas veces me deja ver, me encanta.

Nadie es perfecto, lo sé, pero creo que existe una persona perfecta para cada quien, a nuestra medida y con todos esos detalles que necesitamos en nuestro día a día, y díganme loco, pero en cuestión de casi tres meses, Sehun se ha convertido en todo eso.

Las clases han comenzado para cada uno; yo en mi último semestre de preparatoria, y Sehun un año más de universidad. Adoro verlo hacer rabietas porque no podemos vernos tanto como desde un principio, yo lo calmo con besos y con mi apoyo.

— Ya habrá tiempo para vernos más, mi amor.

— No quiero dejarte tanto tiempo, Luhan, no es bueno.

— Pero nos vemos por las noches, yo puedo esperar por ti, no te preocupes.

— Tú ya has esperado demasiado en tus otras relaciones, cariño, no quiero hacerte sentir mal...

Lo besé en los labios y lo abracé. Con él, el tiempo era lo de menos, sabía que él no me mentía, sabía que él realmente estaba ocupado con su carrera y yo lo único que podía hacer era apoyarlo. Aprovechábamos hasta el último minuto que teníamos libre para hablar. En unas ocasiones ignoraba las clases y me ponía a platicar con él, de milagro lograba entender todo (menos matemáticas, era un jodido asco en esa materia aún).

Y los fines de semana, me las ingeniaba para escapar de casa e ir a dormir con él, en su cama y entre sus brazos. Sehun ahora llevaba unas ojeras demasiado marcadas, aunque su sonrisa seguía ahí, la misma con la que lo conocí.

Estamos en mayo y nos deshacemos de las chamarras por camisas de manga corta. A Sehun le gusta verme pasear por su habitación con una camisa suya y en ropa interior. A mí me gusta ver a Sehun sin camisa y con esos malditos pantalones ajustados que suele usar (en algunas ocasiones, le miraba el trasero a escondidas. Era un jodido delito tener un trasero así de bueno).

Justo ahora, descanso en su cama. Sehun se ha dormido sin batallar, dándome la espalda ya que he cogido su laptop y me ha dejado escribir en ella. Sonrió de tan solo verle, acaricio sus oscuros cabellos y le beso la mejilla.

Eres como el viento; me deshaces los cabellos al pasar, me desmoronas en silencio.

Eres como el fuego; tus besos me derriten la piel y me dejan marca, ardes desde mis entrañas cuando compartimos la cama.

Muchas veces, eres como el agua; limpias y te llevas todo lo malo, me purificas el alma.

Y otras veces, solo eres tú, condenándome a amarte, haciéndome perder la cabeza.

Cuando una lágrima cae del cielo (HunHan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora