Sehun.
Agotado, creo que esa es la palabra correcta para definirme. ¿O será estrés? Quizás esa funcione también. No sé cuántos vasos de café llevo esta semana (o este día), pero el sueño se acumula, y mi mal humor igual. A veces me quedo dormido de la nada, incluso se me olvida comer o no me da hambre. Sería un asco que me volviera la anemia y mi padre se diera cuenta. Veo el reloj, son casi las dos de la mañana y casi termino un proyecto, es una joda esforzarse tanto, pero ver una calificación alta en mi boleta de resultados me hace darme cuenta que valió la pena.
Hoy tampoco pude hablarle a Luhan, ojala mañana pueda cuando despierte. Lo vi exactamente hace siete días, en el único día que pude de la semana y que me habían quedado horas para usarlas con él. Con Luhan, era tiempo bien invertido, era como si mis problemas se esfumaran cuando se trataba de él, era como... si tan solo con verlo y amarlo pudiera sobrellevar todos los problemas que tengo. Jongin tampoco me ha dejado solo, ni los nuevos amigos que he hecho.
Dos y media de la mañana y deseo dejarle un mensaje a Luhan, mejor lo hago mañana con más calma, un día más no creo que afecte.
Luhan.
Hoy fue una total mierda. Sí, así fue mi día desde que mi padre llegó oliendo alcohol y borracho, desde que mi madre comenzó a discutir con él y los gritos se elevaron por toda la casa. Fue ridículo ocultarme en mi habitación y oír cada palabra, escuchar de nuevo que se iban a separar como en mi adolescencia. Aquí, ya no sabía si era por drama de mi madre o si era en serio. Finalmente los gritos cesaron y mi padre terminó durmiendo en el sofá. Por suerte mi hermana se había ido a dormir a otra parte ese día, así que tenía la habitación para mí solo.
Escribí cuanto pude, me senté en mi silla y me exprimí cada idea y la plasme frente al ordenador. Si pudiera escribir los versos más tristes esta noche como Pablo Neruda, ese día lo logré (obvio no). Escribí algo así:
Era mi amor a cuatro a estaciones,
Y en cada una, supe amarlo diferente.
Era mi primavera,con sus mariposas haciéndome cosquillas en el cuerpo,
con su suave brisa acariciándome los labios.
Viene el verano,donde la ropa sobra y las caricias no faltan,
Eres como la tempestad, ardiendo por todas partes,
Derritiendo todo con tu toque.
Llega el otoño,con sus hojas marchitas y con ausencia,
llegas a pasa lento, casi cansado,
extraño la primavera desde otoño,
aunque siga amándote incluso en esta estación.
Y entonces, el invierto se cuela,
Tu dureza me destruye y me aferro a ti,
A pesar del frío que haya en tu mirada,
Me aferro a tus brazos, a pesar de tu frialdad.Y te amé a cuatro estaciones,
A pesar de que en esta primavera,haya aun una pizca de tu invierno".
Suspiré resignado, porque en mi cabeza el poema se escuchaba tan genial, y al escribirlo, había terminado así, sin tanta gracia como había imaginado. Sé que más escritores odian esto, no poder plasmar con tanta precisión como se quiere. Son las dos de la mañana cuando veo el reloj, entro a mi Facebook y veo que no hay ningún mensaje por parte de Sehun, solo de Yixing, pero ¿qué se le hace cuando te sientes tan mal, que solo deseas un "hola" de quien más amas? Si tan solo pudiera amar a Yixing... sé que dolería menos.
Pero es una jodida tontería, porque amo a Sehun, y sé con certeza, que no hay otro hombre como él en el mundo. Siento que nuestra vida amorosa está basada en un jodido clic, en ese jodido instante en que nos percatamos que amamos a alguien y que nunca más en tu vida se volverá a repetir ese maldito y estúpido clic. No recuerdo dónde lo leí, o si pasó por mi cabeza y lo confundí con algún libro de romance, pero, pasamos el resto de nuestras vidas tratando de sentir de nuevo aquel amor que tanto nos marcó. Me reí, apenas tengo veinte años y pienso como un señor de cuarenta con pedos existenciales.
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Cuando una lágrima cae del cielo (HunHan)
Fanfiction"Clic", no sé si fue el sonido de su cámara o de mi corazón. Me había perdido en sus ojos y en esa estúpida sonrisa que hablaba por si sola. Éramos el desastre perfecto para encontrarse y enamorarse, éramos tan opuestos, que era inevitable no buscar...