Doblemente Imbécil

Capítulo 27 ~ No vamos a llegar~

Aviso importante al final del cap chicas❤️

Michelle

- Hula - saluda Tom con la nariz pegada a la webcam - ¿Te gusta lo que ves?

- Deja de ver esos vídeos de YouTubers españoles ¡Aún no sé cómo los entiendes! - digo enfocando mi boca a la webcam.

- Nu quieru - se burla.

- ¡Qué paciencia tengo! - digo poniendo los ojos en blanco - ¿Por qué sigues con la nariz pegada a la webcam? ¿A caso ocultas algo?

- No, solo es que me gusta mi nariz.

Parece pensárselo.

- Bueno, te lo voy a enseñar - dice y comienza a hacer redobles de tambor en la mesa.

¡Oh mi madre!

- ¿Pero qué hiciste wey? - digo intentando imitar el acento mexicano.

- Ahora soy pelirrosa - dice poniéndose bizco - ¡Y deja de copiarme! El que imita bien los acentos soy yo. Voy a ir a Inglaterra y te voy a matar. Oh little baby you're going to die.

Dicho eso, él comienza a hacer twerking por toda la habitación cantando esa canción.

- Oh baby, die die die.

Empiezo a reír pero más cuando veo quien aparece en su espalda.

- Thomas, baja un poco la voz... - dice su madre medio dormida - ¿Qué haces?

Él se gira asustado dándome la espalda y responde:

- Estaba enseñando a Michelle el baile ritual de los osos, ella tiene que hacer un trabajo sobre eso... - responde con naturalidad.

- No hacía falta entrar en detalles - responde con cara de asco - Saluda a esa amiga tuya de mi parte, descansa - dicho aquello sale de la habitación.

Tom espera a que se vaya para volver a sentarse en la silla y ponerse delante del ordenador.

- Ahora que caigo, ¿no tienes sueño? No se, allí deben ser... - comienzo a hacer cuentas con los dedos - ¡Las tres de la mañana!

- No, un par de cafés ayudan mucho - me guiña un ojo.

- Y ¿por qué te has teñido el pelo? - pregunto secándome alguna que otra lágrima. Definitivamente el rosa no le queda bien.

- El otro día... - explica.

- ¡Michelle! - grita Dylan desde la puerta - ¡Vamos a llegar tarde!

¡Se me había olvidado que tenía clase!

- Lo siento Tom, luego me lo cuentas - le dijo - Te quiero.

Apago el ordenador y me dirijo hacia la puerta.

- ¿Te quiero? - pregunta extrañado.

- ¿He dicho eso? - digo y pongo los ojos como platos - No me había dado cuenta. Ha sido un impulso.

(...)

Después de unas duras clases con el profesor Williams y con la profesora unicornio, los alumnos la llaman así porque siempre lleva unas mallas de colores. Voy a la cafetería. Estoy sola pues Dylan se había quedado repasando un par de pasos de baile con el profesor.

Entro a la cafetería y veo un montón de mesas ocupadas, miró en todas las direcciones en busca de algún sitio libre.

Ahora mismo desearía un montón que estuvieran Syd y As conmigo.