Capítulo 19 ~ Miami-Manhattan ~

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- Y ahora tu regalo de cumpleaños.

Cuando se acercó para besarme, sobre su hombro vi a Tom acercarse a la orilla pensando en sus cosas.

Al vernos, se acercó corriendo salpicándonos y haciendo que Connor se apartase rápidamente.

Connor lo fulmina con la mirada y Tom sonríe arrogante. Los tres nos quedamos callados hasta que Tom habla.

- ¿Interrumpo algo? - pregunta Tom haciéndose el tonto.

- Eres insoportable - y dicho esto Connor salió del agua y fue con el resto del grupo.

- ¿Querías algo? - pregunté molesta.

No contestó, solo me miraba. Así que salí del agua y recorrí el mismo camino que minutos antes había seguido Connor.

- ¡Michelle! - gritó Tom.

- ¿Qué quieres White? - dije cansada por su actitud.

- Tengo algo que contarte - dijo mientras se acercaba a mí nervioso.

- Dispara Thomas - qué raro a sonado llamarlo por su nombre completo.

- Yo...

- Tú... - dije para que continuase.

- Yo lo he dejado con Jenna - soltó de golpe.

- ¿Por qué? - dije algo extrañada.

- Porque... - pero alguien le interrumpió.

- Chicos nos han invitado a cenar y luego a una fogata en la playa, vamos a cambiarnos ¿venís? - dijo As mientras Ian venía detrás suyo.

- Sí, claro - dije rápido.

Tenía que salir de allí urgentemente.

Tom lo había dejado con su novia. Aún no sé el por qué pero lo averiguaré.

Nos subimos a la furgoneta de nueve plazas que habíamos alquilado y volvimos a la casa.

Solo había tres baños, así que según nos bajamos del coche salimos todos corriendo para intentar ducharnos los primeros.

Syd, As y yo fuimos las primeras en ducharnos. Después Zack, Ian y Tom que nos echaron mientras nos secábamos el pelo y nos vestíamos. Y los últimos en ducharse fueron Connor y Matt.

Tres horas después, sí tres horas después, estábamos listos.

Los chicos fueron los que más tardaron.

¿El por qué?

Porque se quedaron sin gomina y tuvieron que ir al supermercado. Hicieron todo un drama por quedarse sin el mejor producto que tenían.

Volvimos a la playa, nos descalzamos y comenzamos a andar por la orilla, ya que la fiesta estaba más adelante de donde habíamos aparcado la furgoneta.

Desde la orilla pudimos ver una gran fogata y comenzamos a caminar hacia ella.

Llegamos a un recinto abierto muy amplio lleno de personas desconocidas.

Todos estaban en traje de baño.

"¿Cómo no se nos ocurrió traer uno?"

- Bienvenidos a la mejor fiesta de todo Miami - nos dijo una chica - Tomad un poco de esto - y nos pasó una bandeja llena de canapés.

As le cogió la bandeja y comenzó a comérselos todos. Asegurándose de que todos viéramos como los disfrutaba.

(...)

Doblemente ImbécilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora