Capítulo 22 ~ Lisa ~

116 12 4
                                    

Ignore a quien quiera que estuviese detrás mío.

Cuando terminé de guardar todo lo que estaba sobre el banco, cerré la cremallera y me eché la mochila sobre mi hombro derecho.

Me giré y empecé a andar hacia la puerta.

- Michelle...

- No, no tienes que darme ningún tipo de explicación. Espero que duréis mucho más - dije todo lo tranquila que pude.

- Quieras o no, te voy a explicar qué demonios ha pasado.

- Me están esperando, tal vez en otro momento - dije para continuar con mi camino.

Cuando estaba a apenas medio metro de la puerta, Tom se puso delante de ella y me impidió seguir avanzando.

- ¿Qué bicho te ha picado? - dije cada vez perdiendo más los nervios.

- No, qué bicho te ha picado a ti.

- ¡¿Pero que estás diciendo?! Eres tú el que me dice "lo he dejado con Jenna" y cuando voy a hablar contigo, os encuentro ahí en mitad del pasillo - iba a hablar pero lo interrumpí - No, vete con tu querida novia, además, a mí me están esperando.

Cuando terminé de hablar vi que no tenía intención de dejarme pasar, así que me agaché rápidamente e intenté pasar a gatas entre sus piernas.

"Buen plan."

Cuando estaba a punto de finalizar mi trayecto se quitó de encima mío y me arrastró por los tobillos hasta alejarme de la puerta. Hizo que me sentara y después se sentó en frente mío.

- Michelle yo no estoy con Jenna, además, la deje... por... porquemegustastú - dijo rápidamente.

¿Qué dice que dijo?

"Lo escuchaste bien rubia."

Se acercó a mí, me levantó la cabeza tomándola por la barbilla y después me abrazó mientras me acariciaba el pelo.

Yo ya tenía todo pensado, me iría el mes que viene para alejarme de todo y de todos.

Estaría fuera por dos meses e intentaría olvidar mis sentimientos, olvidarme de todos los dramas que hemos vivido en estos últimos meses.

- Yo... - intenté decir, pero mi voz apenas se oía al estar contra su camiseta.

- Solo..., no digas nada.

- Tom... tengo que... - y la puerta abriéndose me interrumpió.

- Michelle, ¿estás bien? ¿Nos vamos?

Me había olvidado de que Connor me estaba esperando.

Este momento no podría ser más incómodo.

Me separé de Tom, hice que se levantase conmigo y me puse de puntitas para darle un beso en la mejilla como despedida. Antes de salir por la puerta me giré para verlo y le dije "luego hablamos" a lo que él asintió.

¿Por qué nos persiguen los momentos incómodos?

"Eso estaría bien saberlo."

- ¿Vosotros...? - dijo Connor rompiendo el silencio.

- No, en realidad no - dije dirigiéndome a la puerta del copiloto del coche de Connor.

Él arrancó el coche y el camino a la cafetería fue en un silencio absoluto.

Yo estaba sumida en mis pensamientos y él apretaba con fuerza el volante.

Astrid

Sídney podrá decir que es una buena detective y todo lo que ella quiera, pero eso no se lo cree ni ella.

Doblemente ImbécilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora