Capítulo 33 ~ JB ~

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- No puede ser... - murmuré - tú...

En cuanto mi secuestrador se quitó el pasamontañas pude ver sus ojos marrones y su pelo castaño.

Jayden Blake.

Bueno, era bastante obvio, yo también me vengaría por lo que le hicimos.

- Sí, yo - dijo como si fuese lo más normal del mundo.

- ¡Suéltame, maldito desgraciado! ¡Te voy a borrar esa sonrisa de la cara! - grité mientras intentaba acercarme a él.

- Relájate Sídney, no te voy a hacer nada. Solo quiero divertirme.

- ¿Pero qué bicho te ha picado? ¡Te has vuelto loco! Esto se llama secuestro - dije remarcando la última palabra.

- No me he vuelto loco, solo quiero tomarme mi venganza - me dice mirándome fijamente - Ya sabrás porqué ¿no?

- Mmm... déjame que lo piense - finjo pensar, cosa que no suelo hacer - no, no tengo ni la menor idea. ¿Me lo podrías recordar? - me burlo.

No me contesta, por lo que le vuelvo a hablar.

- Qué tal esto - le propongo - si me dejas irme de aquí no le diré nada a Matt - le propongo.

- No estás en posición de amenzar - dice cortante.

- ¿Cómo se supone que te vas a vengar? - he oído que entablar una conversación con el secuestrador ayuda - ¿Estás sordo? - le pregunto al no responder.

- Ya lo verás - seguidamente sale de la habitación cerrando la puerta con llave.

- ¡No te vayas, estúpido! ¡Sácame de aquí!

Jayden

Oí como Sídney gritaba fuertemente que la sacaran de allí, sin embargo yo no iba a ceder, no aún recordando todo lo que ella y sus amigas me hicieron pasar.

(Flashback)

- Dejando a un lado este extraño momento anunciaremos al rey del baile - dijo la chica - y el ganador es... Jayden Blake.

Al oír mi nombre me sorprendí, no me lo esperaba ni mucho menos, pero aún así me entusiasme.

Todo el gimnasio se llenó de gritos y aplausos mientras varias chicas babaeaban por mí.

Lo que ellas no saben es que no me gustan las mujeres. Soy gay, aunque todavía no lo haya anunciado públicamente.

Subí al escenario y me colocaron la corona, seguidamente todas las luces se apagaron y un foco me apuntó directamente, mientras otro apuntaba a esa chica ¿cómo se llamaba? Me pidió ser su pareja a lo que yo le dije que no, por razones obvias.

De un momento a otro una masa pegajosa me cayó encima manchándome completamente.

- ¡Feliz 13 de enero! - grito la chica.

Emm... ¡Michelle! Así se llamaba.

Juro que me vengaré y lo haré a lo grande.

Llegaron a la puerta del gimnasio y antes de salir hicieron una reverencia lo que provocó que todo el recinto se llenara de risas.

Michelle cogió un micrófono y dijo:

- Blake, déjame a mí y a mis amigas en paz, disfruta de esa cosa viscosa. Y los demás haced retweet en el Twitter de Sídney Black y que el mundo vea nuestra obra de arte - dijo para después agarrar a su amiga del brazo y salir rápidamente de allí.

Doblemente ImbécilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora