Doblemente Imbécil

Capítulo 25 ~ Adiós... ~

08:30 AM

Me desperté porque había dejado las cortinas abiertas y entraba mucha luz. Sí, yo no había dormido en el bosque, prefería pasar la ultima noche con mis hermanos y mi madre. Mi padre está de viaje de negocios.

Me levanté de la cama ya que tenía que estar en el aeropuerto en dos horas.

Me metí en la ducha, puse mi playlist en Spotify y empezó a sonar "Treat You Better" de "Shawn Mendes".

Media hora después me estaba vistiendo con unos vaqueros, una sudadera gris, mis superstar azul marino y una bomber roja. Aunque la chaqueta la dejé en el salón para cogerla cuando me fuese.

¿Qué pasó con Tom después de lo de la cascada?

Hablamos y decidimos que no era buena idea empezar a salir ahora que yo me iba dos meses. Cuando volviese ya hablaríamos las cosas, aunque no sé si volveré a Nueva York, todo depende de lo que me ofrezcan en Londres.

Después de prepararme miré mi reloj y eran las 09:00 AM aún tenía una hora y nada que hacer.

Me senté en el sofá del salón y lo único que daban era Peppa Pig.

Así que apagué la televisión y llamé a Syd. Colgó. Será vaga la morena.

Llamé a As. Igual.

Llamé a Tom. Y sorprendentemente cogió al tercer tono.

- ¿Sí?

- Mosby, has llamado tú - dijo adormilado.

- Cierto. Es que Syd y As no me cogen. Porque son unas vagas y no se despertarán hasta las 12 - dije frustrada a lo que Tom soltó una carcajada.

- Bueno..., yo estaba igual que ellas hace dos minutos - dice y luego bosteza.

- Es verdad, siento haberte despertado - me disculpé - vete a dormir, si eso llamo a Dylan que debería estar levantado ya. Descansa White.

- Nos vemos luego Mosby - y colgué.

Me levante del sofá y fui a la cocina a por un vaso de leche y unas galletas, se me había olvidado que no había desayunado.

Cuando estaba sobre un taburete intentando llegar a las galletas de la última balda, oigo unos pasos en las escaleras y los ignoro. Unos segundos después una manita se enrolla alrededor de mi tobillo y dice "Buu". Y en respuesta suelto un grito ahogado.

- Aria Mosby, te vas a enterar - le digo a mi hermana pequeña mientras la persigo por el salón.

- Intenta cogerme - dice divertida para después salir corriendo y entrar en el cuarto de su mellizo.

Después de terminar de guardar mi cargador y mi portátil en mi mochila, eran casi las diez menos veinte y tengo que estar en el aeropuerto a las diez.

Fuimos al garaje mis hermanos, mi madre y yo, y nos subimos al coche para llegar al aeropuerto lo antes posible.

El billete lo tenía en el móvil, soy Michelle Mosby, si hubiese estado en papel lo habría perdido.

Quince minutos después yo iba con mi mochila en mi espalda, mi hermano pequeño agarrando mi mano derecha y arrastrando mi maleta y mi hermana pequeña llevaba mi bolsa de ballet a la vez que me agarraba la mano izquierda.

- Michelle... - dicen los dos a la vez cuando llegamos a los bancos de espera - ¿Por qué te vas? ¿Nos vas a dejar aquí como hacen mamá y papá? - dicen los dos con los ojos llorosos.

- Claro que no, antes de que os deis cuenta estoy aquí de vuelta.

- ¿Lo prometes? - me pregunta Alex mientras extiende su mano para que entrelacemos nuestros meñiques a modo de promesa.