Scarlette….
Alexis se iba a arrepentir, de eso estaba segura. No soy de las chicas que dejan sus promesas a medias, soy de las que cumplen con lo que dicen y más… si ese alguien me hace enojar, pero me siento diferente, me siento rara, como….si no fuera yo. Desde aquella tarde, desde aquel beso, no siento lo mismo respecto a Alexis, no lo veo de la misma manera, aun siento sus labios sobre los míos, lo suaves que eran y lo dulce que sabían….
¡DESPIERTA SCARLETTE!
Mierda.
No puedo estar enamorada de Alexis. Él es un hijo de puta, un maldito pervertido, un puerco, un grosero, un insoportable, un estúpido, un engendro, un gusano, un bastardo de la vida, un flojo, en pocas palabras: Él es todo lo malo que puede haber en un hombre.
Esta broma debe ser terrorífica tan terrorífica que haga que se cague del miedo y que dese nunca haberme llamado puta.
Llegue a donde se encontraba James. Este al verme se levantó al instante.
-Hola- le dije cuando estuve enfrente de el-Disculpa la tardanza-le dije dedicándole una enorme sonrisa.
-No te preocupes-me dijo devolviéndome las sonrisa-¿Es tu novio?- dijo quitando su sonrisa y frunciendo el ceño.
-¿Quién?- le pregunte confusa.
-El que llego a tu dormitorio.
-¿Alexis?-pregunte con cara de repulsión.
-No sé cómo se llama y ni me importa, solo quiero saber si es tu novio- pregunto cruzándose de brazos.
-No, no lo es-dije claramente- No me agrada y yo tampoco a él, en pocas palabras: Nos odiamos mutuamente. Y eso que no llevamos ni una semana aquí.
El me miro durante un rato, hasta que al final sonrió.
-Te gusta- dijo con simpleza.
-¿Qué?
¿Quién mierdas se creía este?
Como para decirme que A MI, A MI me gusta Alexis debe de estar loco, pobre.
-Lo que oíste, te gusta.
-¡Por Dios no!- grite con asco.
-¿Segura?-me pregunto entre cerrando un ojo.
-Segurisisisisisisisisisima-dije como si fuera lo obvio del mundo.
-Bueno- dijo el sonriéndome- Si él no es tu novio y no te gusta, quisieras….-dijo con nerviosismo jugueteando con sus manos.
Yo seguía enfrente de el de brazos cruzados y la mirada fija en él, mientras el jugueteaba con sus manos y miraba asía abajo.
M e desespere.
-¿Quisiera que?-le pregunte.
- Tal vez te suene infantil y raro, pero quisiera que me ayudas a….-me miro a los ojos-A hacer una broma en Halloween, ¿quieres?-dijo mirándome con ojos curiosos.
Lo mire sorprendida.
Solté una carcajada.
-Si no me vas a ayudar simplemente dime que no-me gruño James enojado- ¡Pero no te rías en mi cara!- me grito.
-Lo siento…-dije arrastrando las palabras por la risa- pero es que…es lo mismo que yo te iba a pedir-dije intentado de sofocar las risas, pero no podía.
El me miro dudoso varios segundos.
-Es en serio-le dije.
-Te ayudare-me dijo serio.
-Y yo a ti- le conteste con la misma seriedad.
Nos miramos intensamente, hasta que no pudimos más y explotamos a carcajadas. Después de 30 minutos de carcajadas, nos dirigimos al café para poner en marcha nuestra macabra broma.