La carne es débil.

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Alexis…

 

A la mierda.

Al carajo.

Al coño.

Todo se había ido a la mierda.

En el taller intente en más de una ocasión hablar con Scarlette, pero ella solo huía de mí. Si no tenía escapatoria para evitarme, Zack venía y me alejaba de ella. Y no solo Zack me alejaba de ella. Todos los del taller se interponían en mi camino cuando iba asía ella o me jalaban como Zack.

Simplemente nadie me dejo acercarme a ella ni en un puto  segundo.

La mayor parte de la clase ella no se separó de Zack, como si supiera que a ese rubio no lo trago.

Antes de que nos dieran la salida, Scarlette ya tenía toda su área limpia y recogida, así que cuando nos dieron la salida, ella fue la primera en salir. Sin pensarlo dos veces, fui tras ella. No me importaba nada en ese instante. Yo tenía que hablar con ella a como diera lugar.

Estaba tan metido en mis pensamientos, que no me di cuenta de que alguien estaba delante de mí y choque con él. Haciendo que ese pequeño y diminuto cuerpo saliera disparado asía adelante. Era Scarlette.

Intente sostenerlo, pero ya alguien más lo había hecho.

Y al levantar la vista, lo primero que sentí fue furia y traición. Lo último fue lo que más me dolió.

Scarlette…

 

Alexis, que venía detrás de mí, choco conmigo, haciendo que saliera disparada hacia delante. Pero por suerte me sostuvo Alely, que se encontraba ahí sonriéndome con una sonrisa traviesa, supongo que ella también le ayudo a James en esto, al igual que Julieta, que me sostenía por el lado izquierdo, igual, con una sonrisa traviesa en el rostro.

James. James. James. James. James. James. James. James. James. James. James. James. James. James. James. James. James. James. James. James. ¿Por qué tenías que hacer esto? Pensé.

Ahí estaba el. Sexy como siempre. Sus vaqueros, sus botas negras de motociclista, su camiseta blanca y su sexy piercing negro. Sonriéndome jodidamente sexy y divertido por mi expresión.

En su mano derecha tenía como 30 globos de gas en forma de corazones y unos eran rojos y otros negros, mi color favorito. Entre su brazo izquierdo y su pecho, tenía un hermoso ramo de rosas rojas. En su mano izquierda cargaba una caja de chocolates Ferrero Rocher y detrás de él cargaban un cartel enorme, enorme, enorme que decía:

¿Me darías el honor de ser tu novio?

 

Estaba totalmente roja, y no era de vergüenza. Era de sorpresa y alegría. Nunca de los nunca me habían hecho algo así. Nadie se había tomado la molestia de hacer algo así por mí. Tenía que reconocerlo, James es diferente. Y me gusta.

¿porque tenias que ser "tu"?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora