Los Jóvenes de Ahora.

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Alexis...

Salí del baño y regrese por el pasillo hacia la recepción. En cuanto llegue vi que Jonathan no estaba. No me molesta en lo absoluto, a lo mejor se fue porque tenía cosas que hacer, como sea. Jonathan a estado acompañándome y por una vez que se allá ido sin decirme no significa que tenga que molestarme. Es muy infantil.

Eso hasta yo lo sé.

Aviento la bolsa con mi rompa a una silla y yo me derrumbo en la de a un lado. Pongo mis codos el reposa brazos y junto mis manos frente a mi boca. Me gusta hacer eso cuando pienso.

¿En que pienso?

En muchas cosas, como: en las clases que tengo, tareas pendientes, en las fiestas navideñas que se aproximan, pero lo principal es: Scarlette.

Necesito verla urgentemente. Necesito saber si se encuentras bien, en qué estado esta, necesito saber todo.

Yo me are cargo de ella, ya he hablado con la recepcionista y yo me are cargo de los pagos de la clínica, medicinas, tratamientos, de todo lo que necesite yo me are cargo. Estoy seguro de lo que le paso fue por mi culpa. Si yo no la hubiera dejado sola a lo mejor ella no se hubiera salido o yo no se lo hubiera permitido, no sé.

Y no solo es por la culpabilidad si no, porque yo en verdad quiero cuidar de ella a como dé lugar.

Entonces lo veo venir. Con su cabeza gacha y su rostro congestionado. Corro asía el, pensé que se había ido de aquí.

-¿Dónde demonios estabas?-le pregunto al llegar a él.

-Despertó- es lo primero que se sale de su boca antes de mirarme.

Siento como la presión que se había acumulado en mí en todo este momento se evapora en escuchar esa simple palabra. Lo miro, su cara no se me pasa desapercibida.

-Dios mío....-miro a Jonathan- Solo dilo de una jodida ves.

-Su estado...-se atraganta con sus palabras.

-¡Dilo!

-Tienes que ver la-me mira y puedo ver la angustia en sus ojos- te necesita.

Me dejo caer sobre la pared del pasillo. Dios necesito verla.

Nos quedamos callados un par de minutos. No sé qué es lo que estoy esperando. Siento que mis pies me pesan o que han sido clavados en el azulejo, él ha dicho que me necesita. Debería ir corriendo a su habitación a ver la, pero no lo hago, él me ha dicho que me necesita, pero es algo que ella no diría en voz alta, en poca palabras: A la vez me quiere ahí y a la vez no.

La conozco.

Ninguna mujer, no importa en el estado en el que este, quiere que la vean así; toda desecha y rota.

-¿Qué esperas?

-Ella no desea verme, lo sé. No quiere que nadie la vea en ese estado.

-¿Y qué importa?-me da un golpe- no seas idiota hombre.

No quiero escuchar sus estupideces ahora.

Lo ignoro por completo y camino hasta la entrada sin poner atención a sus jaladas a mi ropa, los golpes que me da o lo que me dice.

Avanzo por un caminito de pavimento que me guía a la zona de dormitorios. Escucho unos pasos detrás de mí, al inicio se escuchan lejanos y después los escucho correr.

Recibo un golpe en la parte de atrás de mi cabeza que me impulsa inmediatamente asía adelante y me hace rebotar contra el tronco de un árbol. Sin darme tiempo a recuperarme, lanzo mi codo derecho asía atrás que impacta justo en la cabeza de mi oponente que lo hace soltar un quejido. Y mi vista se me nubla de ira. Todo sale a flote, Scarlette, su estado, su dolor, mi costumbre de cagarla siempre, todo sale a flote, todo el dolor se acumula y me explota de ira.

¿porque tenias que ser "tu"?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora