Alexis…
Scarlette salió del dormitorio y yo me dispuse a darme una refrescante y larga ducha, nada podría amagarme este día, un día que sería macado como “el peor día de mi vida” en la memoria de Scarlette y un día que será marcado en mi memoria como “fuego con fuego”.
La sorpresa que le tenía preparada a Scarlette, se la daría en la fiesta… enfrente de todo el mundo. Esto amigos míos se le llama: karma, mejor conocido como “la que haces la pagas y doble”
Termine con mi refrescante ducha y me puse mi disfraz. Me mire al espejo y sonreí al ver mi reflejo, me veía encantadoramente sexy y deseable.
Me ajuste el nudo de la corbata y salí del dormitorio.
Eran 15 para las 7:00. La fiesta empezaba a partir de las 8:00, pero yo tenía que ir a ver a unos amigos y de hay iría a ver si la sorpresa de Scarlette estaba lista.
Cuando salí del elevador me di cuenta que la estancia estaba realmente abandonada. No había ningún alma, solo se encontraba un payaso, estaba en un rincón de la estancia viendo la oscuridad por la ventana, el payaso me daba su espalda, pero aun así me daba escalofríos y decide salir de ahí lo más pronto posible.
Al salir lo primero que note es que hacia algo de frio, segundo: no era ni las 7 de la noche y se veía realmente oscuro, las farolas no alumbraban demasiado, tercero: yo creía que por lo de la fiesta tendría que haber movimiento en el campus, pero no. Todo estaba en completo silencio…. Y eso era lo que me aterraba.
Yo soy de las personas que no toleran el silencio y mucho menos en la calle… de noche… y en un día de Halloween.
Empecé a caminar con rumbo al estacionamiento.
No tarde mucho en sentir que alguien me seguía, pero me daba miedo voltear. Junte valor y voltee. Vi como una sombra cruzaba la pared, que indicaba que se había metido al callejón. Eso solo aumentó mi miedo.
Cuando fije mi mirada al frente vi a un hombre a lo lejos vestido de vaqueros oscuros y camisa negra, en la cara traía una marcara negra de cuero y en las manos un cargaba un mazo.
Inmediatamente me frote los ojos para ver si no alucinaba. Cuando volví a levantar la mirada…. No había nada.
Eso solo provoco que me alterara más. Empecé a apretar el paso con rumbo al estacionamiento. De repente se apagaron todas las farolas y quede envuelto en una oscuridad electrifican te, cargada de energía negativa que sentía que me atravesaba.
Me entraron unas ganas insaciables de voltear hacia atrás. Cuando voltee me encontré con el hombre del mazo a tan solo unos pocos metros de mí. En los labios del hombre del mazo, se reflejaba una sonrisa macabra, que provoco que mi corazón latiera despavorido.
Sin pensarlo dos veces, me eché a correr.
El hombre se echó a correr detrás de mí. Lo podía sentir pisándome los talones. Cuando llegue al estacionamiento empecé a buscar mi Mustang rojo con la mirada, porque por más que intentara recordar en que parte estaba, más me desesperaba.
