Alexis...
Firmo con prisa todos los papeles que me acerca la enfermera. No quiero que Scarlette vuelva clínicas, ni hospitales y menos si es por mi culpa. Yo he cargado con todos los gastos desde que ha estado internada y también cargare con sus medicinas, la verdad no me importa gastarme todo este dinero en ella, porque en si no es un gasto, es una necesidad el querer que ella vuelva a estar bien y más porque sé que todo esto no hubiera pasado si yo no la hubiera tratado así.
He sido un completo idiota con ella y la verdad que no me lo perdonare jamás. He hecho que su hermoso allá quedado marcado, y no lo digo de buena manera, si no, que ha quedado marcada por una idiotez que hecho yo al pensar que era mejor para ella.
¡Genial Alexis! Cagandola como siempre, me reprocha mi subconsciente.
-Cuídala, no permitas que vuelva a estar así-Me dice la enfermera y me tiende un recibo junto a una bolsa de medicamentos.
-Cuidare de ella- le dedico una sonrisa y tomo lo que me ofrece.
Antes de girarme a Scarlette guardo el recibo de los gastos en mis vaqueros. Es probable que si ve el precio de todo insista en querer devolverme todo el dinero y eso es algo por lo que no pienso discutir. Me giro hacia ella y veo que me está mirando con una sonrisa en el rostro. Valla... esto es nuevo y sé que me puedo acostumbrar mucho a eso. De ver la ahí de pie, mirándome con una hermosa sonrisa en el rostro y lo mejor, saber que esa sonrisa es para mí.
Ladeo hacia a un lado la cabeza y levanto una ceja para indicarle que la he pillado. Se ruboriza al instante. Camino hasta llegar a ella y me detengo y la miro con aire sospechoso y entrecerrando los ojos.
-¿En qué piensas?-Sé que no me dirá, pero lo tengo que intentar.
Suelta una risa tonta y niega con la cabeza.
-Nada.
-¿Segura?
-Si
-Pues no te lo creo.
-Pues no lo creas.
Me mira, la miro. Esto resulta divertido.
-¿Me dirás?
Se me queda mirando durante unos segundos, algo seria. Asiente con la cabeza.
-Algún día te lo diré, algún día.
Eso me hace sonreír y un extraño sentimiento se va abriendo camino en mi pecho. Eso significa que estará a mi lado días después. Por mí que este a mi lado toda la vida y jamás me aburriría.
-Vamos-la tomo de la mano y la dirijo hasta la salida.
Vamos al estacionamiento y le abro la puerta de mi Mustang. Rodeo el auto, me monto en él y enciendo. El motor ruge y veo de reojo que Scarlette sonríe.
-Me encantan los Mustang-murmura.
-Y a mí me encantas tú.
La miro y le guiño un ojo y pone totalmente colorada.
Salgo del estacionamiento y me dirijo al edificio de nuestro dormitorio. El viaje no dura ni tres minutos cuando ya estoy estacionando enfrente de nuestro edificio. Antes de que pueda apagar en motor Scarlette murmura:
-Tengo hambre.
-¿Por qué me lo dices hasta ahorita?
Se encoge de hombros.
-Me acaba de dar.
-Vale.
Salgo de nuevo del estacionamiento y me dirijo hacia la salida trasera de la universidad. Subo la música del estéreo y empieza a sonar Last Friday Nigth de Katy Perry. Le subo un poco más y empiezo a tararearla. Scarlette me mira sorprendida.