Muerdo mi labio inferior, a la vez que me adelanto un poco en el asiento. Los chicos lo hacen lo mejor que pueden, pero la falta de jugadores les está pasando factura:
-No te muevas demasiado, si no tendré que volver a cambiarte las vendas -me regaña Celia.
Aprieto los labios, pero la hago caso. Yo tampoco quiero manchar otro par de vendas nuevas, o mi propia ropa.
Miro de reojo a los demás que comparten el banquillo conmigo, ellos también tenían lesiones que intentaban ocultar. Les acaban de atender ahora, y aunque mi visión desde aquí no es la mejor, se nota que tienen las zonas lesionadas rojizas y algo hinchadas.
Por un momento pienso en lo irracionales que han sido, pero aprieto los puños al pensar que yo he hecho algo parecido, después de todo.
Dirijo la vista al campo otra vez. Parece que al menos están consiguiendo defender... puede que con nosotros fuera de juego sea más fácil calcular las jugadas. Serán menos, pero ahora tenemos la certeza de que los seis jugadores podrán seguir las indicaciones de Jude con precisión.
Ese es el motivo por el que la entrenadora nos ha sacado. No sólo ha pensado en nuestra salud, si no en el propio partido.
Pasa el tiempo, y me doy cuenta de que han conseguido que la falta de jugadores se vuelva prácticamente una ventaja para el equipo. Lo único que me preocupa es que parecen agotados, y no queda mucho partido.
Abro la boca al ver que Mark abandona su puesto y comienza a avanzar. ¿Tienen pensado hacer el fénix? No, no creo.
Y efectivamente, era un truco. Bien pensado, Sharp. En su lugar, han conseguido esquivar su defensa y pasarle el balón a Axel, que ejecuta su tornado de fuego a la perfección.
No reprimo un grito de emoción al ver cómo marca, lo que hace que me gane otra regañina por parte de Celia debido al movimiento, y varias miradas extrañadas del resto de presentes. Mis mejillas enrojecen, pero eso no evita que sonría.
El pitido final inunda mis oídos, por lo que no tardo en salir corriendo para celebrarlo con los chicos. Me tiro a los brazos de Mark, que recibe el gesto algo sorprendido:
-¡Sí! ¡Lo habéis conseguido!
-Querrás decir, lo hemos conseguido -exclama Jude-. Sin tu primera táctica puede que nos hubieran marcado en el primer tiempo.
Arrugo la nariz, dudando de esa posibilidad. Revuelvo el pelo de Evans, para luego separarme de él:
-No con este portero.
Él sonríe, para después rascarse la nuca. Una mano se apoya suavemente en mi hombro, y sonrío al ver a Axel:
-Enhorabuena.
-¿Cómo tienes la herida? -dice serio.
Al instante aprieto los labios, pero la capitana del equipo contrario llama nuestra atención:
-Hemos perdido, cómo se nota que sois el mejor equipo de todo el país.
Espera... ¿qué?
-Así es, sabía quienes erais en todo momento, tenía unas ganas terribles de jugar contra vosotros.
Entonces empieza a contarnos que es hija del primer ministro, sin duda esta chica es curiosa. Su semblante se vuelve totalmente neutro de repente:
-Quiero rescatar a mi padre de los extraterrestres, pero necesito unos compañeros muy fuertes para que me ayuden.
Se disculpa por habernos acusado de pertenecer a la Academia Alius, pero pronto dejamos bien claro que no importa. Desde luego esto es un tema serio, y es comprensible que si su padre está en manos de esa gente quiera asegurarse de que está bien:
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Fuego divino - Axel Blaze
FanfictionSayuri Azuma es una apasionada del fútbol, y eso lo único que la ha mantenido con los pies en la tierra después de tres duros años de cambios. Sin embargo, el destino tiene una manera enrevesada de trenzar las cosas, y la volverá a juntar con su mej...