Suelto un pesado suspiro mientras me apoyo contra uno de los postes de la portería. Ha pasado ya un tiempo desde que Kevin ha dejado el equipo, y el insomnio cada vez deja más estragos a su paso. Los actos de la Academia Alius hacen que mi corazón se encoja, y el temor de ver sufrir a más amigos me mantiene despierta por las noches, alerta.
Sin embargo, eso no ha conseguido interferir todavía en mi fortaleza. Si hubiera sido así, la entrenadora ya me hubiera echado.
No puedo evitar alegrarme ante el hecho de que ya puedo jugar con normalidad, pero esto se está complicando demasiado, y no hablo sólo del hecho de que no consigamos vencer a Épsilon.
Desde que nos fuimos del Alpino, mi madre llama todos los días para saber cómo está Shawn... Ese chico me cae bien, pero no puedo evitar... Suspiro de nuevo. Mi madre no ha preguntado ni una vez por mí.
No ha sido algo que hasta ahora me hubiera molestado, y sin embargo, ayer reventé. Les escuché hablando sin querer, y no pude evitar sentirme algo celosa.
Bufo, soltando una pequeña risa sarcástica. Es estúpido que esas cosas me importen ahora. Además, tenemos asuntos en los que hay que poner todas nuestras energías y nuestra concentración.
Me separo por fin del poste, comenzando a caminar por el campo, con la intención de encontrar un balón. Aún quedan un par de horas para que los demás se despierten, al menos haré algo productivo durante ese tiempo.
Todo parece estar desmoronándose lentamente a mi alrededor, y no sé cuánto podré aguantar sin que se interponga en mi manera de jugar. Sin emargo, no puedo dejar que esos pensamientos me preocupen ahora.
Llego hasta una jaula con diversos balones, y no tardo en dar vueltas a la pista, intentando concentrarme todo lo posible en el ejercicio.
(...)
Levanto la comisura izquierda de mi boca nada más ver a Mark y a los demás corriendo hacia aquí. El capitán parece sorprendido, pero no tarda en colocarse delante de la portería con una sonrisa llena de determinación:
-Si entrenas sola habrás mejorado, ¿verdad? ¡Vamos a comprobarlo!
Tardo un segundo en reaccionar. Sin embargo, pronto comienzo a correr hacia la portería y realizo "El Martillo de Thor". Lo he mejorado bastante, ahora va tan rápido que deja una estela dorada a su paso.
Mark también ha mejorado, eso no se puede negar. Consigo que retroceda unos centímetros, pero cuando estoy convencida de que esta vez le venceré, veo una sonrisa en su cara, para después observar cómo lanza el balón lejos de la portería con su "Despeje explosivo".
Sacudo la cabeza mientras levanto la comisura izquierda de mi boca. Hay cosas que nunca cambia. Mi mente tiene poco tiempo de divagar entre los recuerdos, ya que la entrenadora camina hasta estar cerca de los jugadores.
Me fijo fugazmente en cómo mantiene permanentemente los brazos cruzados. Ese gesto hace que parezca una mujer demasiado seria, y sin duda, no demasiado amigable.
Toma esa postura como muestra de autoridad, y eso nunca me ha causado confianza. La gente que quiere demostrar tanto suele tener poco que defender.
Tarda unos segundos en alzar la mirada:
-Mañana es nuestro partido contra Épsilon. Sé que en un día no podremos aumentar nuestras fuerzas considerablemente, pero eso no significa que tengáis que esforzaros menos. Habéis llegado lejos, pero el mundo aún está en peligro, tenedlo en cuenta.
Cierro los ojos por un instante, recordando por quién hago todo esto. No es sólo por mí, en momentos tensos como este pienso en gente como Wesley, Byron, mis abuelos... Axel...
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Fuego divino - Axel Blaze
FanfictionSayuri Azuma es una apasionada del fútbol, y eso lo único que la ha mantenido con los pies en la tierra después de tres duros años de cambios. Sin embargo, el destino tiene una manera enrevesada de trenzar las cosas, y la volverá a juntar con su mej...